La vida cultural de Londres tiene desde este fin de semana su punto de referencia en la exposición que la Tate Modern dedica a Paul Gauguin. «Forjador del mito» es el título de la muestra, que reivindica al artista como un genio que revolucionó las formas pictóricas de su época.
La comisaria de la exposición, Belinda Thomson, dice que es un pintor inclasificable, que del impresionismo al simbolismo busco su propio modo de expresión alejándose de los convencionalismos de Europa. «Aprovechó la historia de su vida, sus defectos personales y sus desgracias en beneficio de su trabajo creativo», dice.
La exposición de la Tate no cuenta su vida y obra de forma cronológica. Se ha organizado en secciones para profundizar en las diferentes etapas de su carrera: París, Martinica, Bretaña, Tahití... Allí fue modelando su trayectoria y aquí se recoge con pinturas, esculturas, cerámicas, cartas, acuarelas y otros objetos del artista. El Gauguin bohemio, amante, comprometido, religioso, trotamundos...en suma, el Gauguin contador de historias.
La exposición de la Tate estará abierta hasta el 16 de enero y después viajará a Washington.