Ha sido un fin de semana frenético en Alemania en reuniones a varias bandas de las fuerzas políticas para ponerse de acuerdo en un nombre que ocupara la jefatura del Estado. Finalmente, Joachim Gauck, que perdió la elección hace dos años precisamente frente al ahora investigado por corrupción Wulff, es el elegido.
La canciller Angela Merkel se ha resistido hasta el final, pero no ha tenido más remedio que ceder y aceptar al candidato propuesto por socialdemócratas y verdes, cuando se les ha unido el partido liberal, que gobierna con la coalición conservadora CDU-CSU. Merkel había prometido un candidato de consenso y no había alternativa. En 2010, Gauck perdió la jefatura del Estado porque la canciller apostó por el democristiano Wulff.
Joachim Gauck es un hombre conocido y respetado en Alemania. Este pastor luterano de 72 años alcanzó la fama como opositor al régimen comunista de la RDA y defensor de los derechos humanos. Tuvo una contribución decisiva a la caída del muro y después de la reunificación alemana se encargó del desmantelamiento de la policía política del Este, la temida Stasi, para más tarde encargarse de la conservación de su archivo histórico.
Las encuestas le daban como candidato favorito, con casi un 50% de apoyo entre los alemanes. Hoy ha recibido una llamada de Merkel para comunicarle la designación cuando viajaba en un taxi y cuentan que al presentarse a la prensa ha pedido disculpas por llegar sin ducharse.