El comisario europeo de Empleo, Asuntos Sociales e Inclusión; László Andor ha presentado este miércoles una serie de medidas para ayudar a los gobiernos a hacer frente a los niveles «inaceptables» de desempleo y exclusión social de los jóvenes europeos.
Para el comisario «El elevado desempleo juvenil tiene consecuencias dramáticas para nuestras economías, para nuestras sociedades y, sobre todo, para los propios jóvenes», añade que de seguir así las consecuencias serán «desastrosas».
Bruselas pide a los gobiernos que garanticen a los jóvenes que van a tener una ocupación, ya sea de trabajo, de prácticas, de formación o para seguir los estudios antes de que pasen cuatro meses desde que terminen los estudios o se queden en el paro.
Para eso los países deben establecer asociaciones con las empresas; ocuparse de que los servicios de empleo estén preparados para intervenir rápidamente; adoptar medidas que faciliten la integración laboral; hacer un seguimiento y una puesta al día continua del sistema de Garantía Juvenil y hacer un uso eficaz del Fondo Social Europeo y de otros Fondos Estructurales.
En la UE, unos 5.500.000 jóvenes no encuentran trabajo y 7.500.000 de entre 15 a 24 años integran el grupo de los llamados nini, ni tienen trabajo ni estudian ni siguen cursos de formación. El coste de tener a toda esa mano de obra joven parada es de más de 150 mil millones de euros al año, lo que representa un 1,2 % del PIB de la UE. Algunos países, como Bulgaria, Chipre, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia y Polonia, están pagando el 2 % o más de su PIB, según un informe que Eurofound hizo público en octubre.
La Comisión Europea cree que con ese dinero se podría pagar con creces el coste que suponga la Garantía Juvenil que propone.
La tasa de paro en Grecia y España, es superior al 55 %, en Italia, Portugal, Irlanda, Bulgaria, Chipre, Letonia, Hungría y Eslovaquia llega al 30 % o lo supera en algunos casos. De los desempleados menores de 25 años, más del 30 % llevan en paro más de doce meses; 1.600.000 en 2011 frente a los 900.000 en 2008.
Los jóvenes están cada vez más expuesto a la marginación. La Comisión Europea hace hincapié en que esa falta de trabajo puede dejar una huella profunda en gran parte de una generación de personas.