La construcción de un programa europeo que permita la navegación por satélite parece progresar a pasos cada vez más agigantados, aunque de vez en cuando reciba una dosis de cal. Ayer, «Galileo 5» y «Galileo 6», el quinto y sexto satélite del programa homónimo, fueron enviados al espacio pero, según el consorcio espacial Arianespace, sufrieron alguna irregularidad en su inserción orbital, lo que ha obligado a los equipos de la industria y de las agencias implicadas a averiguar cuáles pueden ser los efectos negativos del problema. El lanzamiento lo llevó a cabo un cohete Soyuz desde el Puerto Espacial Europeo situado en la Guayana Francesa. La operación tuvo una duración de 3 horas y 47 minutos y terminó con los satélites a unos 23.000 kilómetros de altitud.
El Centro de Control de Galileo, sito en Oberpfaffenhofen (Alemania) será el encargado de controlar a Galileo 5 y 6 una vez reparado el contratiempo y superadas las pruebas iniciales. Asimismo, las instalaciones para las Pruebas de Galileo en Órbita, en Redu (Bélgica), se encargarán de hacer las comprobaciones previas a la entrega de los satélites.
Ha comenzado así una nueva fase en la edificación de «Galileo». En esta nueva etapa se multiplicará el número de lanzamientos –entre 6 y 8 por año, a los que hay que sumar los 4 lanzados en los tres años anteriores- hasta completar una constelación compuesta por 30 satélites más un segmento de tierra. Se espera que el proyecto esté finalizado en 2017 y que los satélites estén funcionando para 2020.
Las ventajas de la radionavegación por satélite, dicen los expertos, podrían ser de una importancia capital en el futuro. Las señales emitidas por el programa harán que los usuarios conozcan cuál es su posición exacta en el tiempo y en el espacio, siendo más fiable que cualquier sistema existente en la actualidad, como el GPS (Global Positioning System) desarrollado por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos y con una capacidad operacional total desde 1995. Además, tendrá compatibilidad con otros sistemas dedicados a la misma función.
La Comisión Europea y la UE, en busca de la emancipación espacial del continente
La Comisión Europea se ha implicado notablemente en el plan con la financiación de varias de sus fases. Junto con ESA (European Space Agency), aportó el montante necesario para las etapas de definición, desarrollo y Validación en Órbita. Durante tales tiempos se ha erigido un núcleo compuesto por 4 satélites que irá siendo ampliado en la fase FOC, la cual estará financiada íntegramente por la Comisión.
Finalmente, como se hizo oficial el pasado día 20 de agosto, «Galileo» ha firmado un acuerdo de 500 millones de euros con Arianespace por el cual podrá estar operativo en un plazo más breve. El pacto incluye también la cesión de tres lanzaderas Ariane 5 que dotarán a la Unión Europea de más libertad a la hora de llevar sus satélites a órbita. A este respecto, el Comisario Europeo de Industria y Emprendimiento, Ferdinando Nelli Feroci, considera que «este acuerdo supone la simbiosis de lanzacohetes y satélites diseñados y fabricados en Europa, lo que supone un avance hacia la independencia del sector espacial de la Unión Europea».