Las autoridades sanitarias francesas recomiendan que las mujeres que llevan las prótesis mamarias marca PIP se las quiten a título preventivo, aunque no hay evidencia de que aumente el riesgo de padecer cáncer, aunque sí se puedan romper y el gel de silicona, no medicinal que contienen, puede producir inflamación. La empresa PIP, fabricante de las prótesis las exportó a varios países de Europa y América Latina.
El ministro francés de Salud, Xavier Bertrand ha dicho que se retiren los implantes, como prevención y sin prisa, aunque no haya señales de que esté ocurriendo algo. No se sabe cuantos son los implantes de la empresa PIP que contienen el gel de silicona industrial que representa un riesgo potencial para la salud de las mujeres.
La Seguridad Social francesa asume los gastos de la extracción y, en el caso de mujeres que hayan sido sometidas a cirugía de reconstrucción mamaria tras un cáncer de mama, también pagará el nuevo implante. La posibilidad de que las prótesis PIP provoquen cáncer no está demostrada, lo que parece claro es que existe un riesgo de rotura.
La empresa PIP llegó a producir hasta 100.000 prótesis mamarias, de las que exportó un 84 por ciento. En Reino Unido 250 mujeres entablaron una acción judicial después de que por lo menos la mitad de ellas tuviera problemas con las prótesis. El Gobierno británico no aconseja que se quiten, en Bélgica se recomienda un seguimiento de las mujeres que lleven estos implantes, en España la actitud de las autoridades sanitarias es similar. La recomendación es que verifiquen con la documentación que les entregó su cirujano cuando las operó que la marca de sus prótesis es PIP y en caso afirmativo que acudan a su médico.
En Venezuela y Brasil se prohibió la importación en 2010, unas 25.000 mujeres pueden llevar estas prótesis mamarias, en Colombia se prohibieron en octubre de 2010 cuando se comprobó que los índices de ruptura eran superiores a lo aceptable.
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