Francia ha optado por abrocharse de forma importante el cinturón como no lo hacía en 30 años. Se encuentra con una economía estancada, y eso que es el segundo motor de Europa. El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) de Francia fue nulo (0,0 %) en el segundo trimestre de 2012 con relación al precedente según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INSEE). Lo que se traduce en que ya son tres trimestres consecutivos sin crecer.
Los Presupuestos generales franceses para 2013, que se presentan este viernes, vienen marcados por un recorte de 30.000 millones de euros, una cifra de vértigo encaminada a cumplir las promesas de estabilidad de la zona euro y mejorar el déficit. El presidente François Hollande se comprometió a reducirlo al 3% del PIB a finales de 2013, desde el 4,5% de este año. El primer ministro galo, Jean-Marc Ayrault no ha tardado en decir que «este presupuesto no es para asfixiar a la economía si no para reconstruirla (...) es un presupuesto de combate».
Pese a la subida de salarios en Francia, el consumo y las ventas también se han desplomado y los franceses, por miedo a perder sus empleos, siguen sin gastar. No obstante el gobierno prevé un crecimiento, por fin, del 0,8% en 2013, cifra que para muchos es una utopía.
Si no se cumple, Hollande podría emular al ejecutivo español y realizar recortes aún más severos lo que contribuiría a perjudicarle aun más, las encuestas le dan cada vez una menor aceptación. Pasada la euforia de los primeros meses como presidente de los franceses su popularidad ha ido cayendo hasta el 43% en apenas cuatro meses.
Ajustes de 40.000 millones de euros
Uno de los nuevos impuestos que aportará más a las arcas del Estado es el aumento del ISF, el impuesto de solidaridad a la fortuna. En los presupuestos de 2012, Hollande aumentó en 20.000 millones de euros los impuestos a las grandes empresas y a los particulares más acaudalado y recortó en 10.000 millones de euros los gastos del Estado, evaluados en 2012 en 376.000 millones de euros.
Todo ello para aliviar una deuda que ha aumentado hasta el 89,3% del PIB este año – el 91,3 % según el diario «Les Echos»- y disminuir una tasa de crecimiento de desempleo en ascenso con un 10,3 % y un 23,4 % en los jóvenes menores de 25 años.
Las opciones presupuestarias del presidente socialista francés se sumarán a los ya anunciados 2.500 millones de recortes para la Seguridad Social, y a unos 6.000 millones de aumento de impuestos que ya se han votado para 2013, es decir, un total de 40.000 millones de ajustes. Solo los funcionarios de educación, seguridad y justicia verán aumentados sus sueldos a la espera de algún anuncio sorpresa en la jornada de hoy.