La «regla de oro» figura en el tratado sobre «Estabilidad, Coordinación y Gobernanza de la Unión Económica y Monetaria», que firmaron en Bruselas el pasado 30 de enero 25 de los 27 Estados miembros. Reino Unido y la República Checa se abstuvieron.
Fue una exigencia de Alemania para aprobar el fondo de rescate permanente de la UE (ESM) y limita al 0,5 por ciento del PIB el déficit público de los países que lo hayan firmado.
En medio de la crisis y con un Parlamento dividido respecto a ese tema al presidente francés François Hollande, no le gustaba la idea de exponerse a una votación en contra. Es necesaria una mayoría cualificada de los tres quintos del Congreso para modificar la Constitución. En su campaña electoral había amenazado con bloquear la ratificación.
El Tribunal Constitucional, le ha ahorrado el mal trago. Los jueces han dicho que una limitación del déficit figura ya en los tratados de Maastricht y de Lisboa, por lo que cambiar el porcentaje no modifica jurídicamente la medida.
Un comunicado del Elíseo dice que el presidente «ha tomado nota» y ha encargado que se elabore «rápidamente» un proyecto de ley que permita ratificar el tratado europeo.
El tratado fiscal debería entrar en vigor el 1 de enero, pero solamente si al menos 12 de los 17 Estados de la eurozona lo hubieran ratificado. Hasta ahora sólo 11 Estados de la UE lo han hecho: Portugal, España, Dinamarca, Letonia, Rumanía, Irlanda, Grecia, Estonia, Lituania, Austria e Italia.
Alemania está pendiente de que el próximo 12 de septiembre el Tribunal Constitucional, dictamine si el Fondo de rescate permanente de la UE es compatible con la Carta Magna alemana.