A petición expresa de Francia, la Alta Representante de Política Exterior y Seguridad, Catherine Ashton, ha convocado una reunión extraordinaria el próximo jueves de los ministros de Exteriores de los veintisiete «para evaluar las posibles acciones de la UE en apoyo a Malí, incluido el rápido despliegue de la misión EUTM para entrenar y asesorar al ejército maliense». La UE ha comprometido 200 instructores y otros 200 efectivos de protección y personal de apoyo, pero no llegarán hasta mediados de febrero o primeros de marzo. Francia espera también ayuda de los países del Golfo.
El presidente francés, François Hollande se encuentra en Abu Dabi en un viaje que estaba programado con antelación para ampliar las relaciones industriales entre los dos países, de hecho al presidente le acompaña un grupo de empresarios, ahora se hablará del conflicto de Malí sobre todo.
«Por ahora tenemos 750 hombres y eso aumentará (...) para dejar lo antes posible el lugar a las fuerzas africanas», ha dicho Hollande en una visita al «Campo de la Paz» donde hay 700 soldados franceses que podrían participar en la operación Serval, como se ha denominado a la acción en el país subsahariano, en caso de necesidad. Ha añadido que continuarán manteniendo fuerzas en el aire y en tierra.
Por otra parte una columna de 40 vehículos blindados llegaron a Bamako desde Costa de Marfil, para reforzar la lucha contra las fuerzas yihadistas. Bélgica ha propuesto el envío de dos aviones C-130 y de un helicóptero con equipos médicos para ayudar al traslado de soldados franceses.
Tras los bombardeos del ejército francés los islamistas abandonaron este lunes las grandes ciudades que habían ocupado en el norte de Malí incluso el feudo en el que se habían establecido en la ciudad de Tombuctú. Pero durante la noche han ocupado la localidad de Diabali en un claro desafío, la ciudad se encuentra en el centro del país y a solo unos 400 kilómetros de la capital Bamako.
Países fronterizos con Malí han anunciado que están tomando medidas para evitar la infiltración de grupos armados en sus territorios. Argelia ha cerrado la frontera y Mauritania ha movilizado tropas.
La ONU ha respaldado esta noche la intervención militar de Francia al considerar que se ha realizado dentro de la legalidad internacional, el secretario general Ban Ki-moon, ha dicho en un comunicado que confía en que estas acciones «ayuden a frenar la última ofensiva» de los rebeldes islámicos.
El embajador francés ante Naciones Unidas, Gerard Araud, ha recalcado que Francia actuó de acuerdo a varias resoluciones del Consejo de Seguridad «que piden a los miembros que apoyen a las fuerzas malienses contra los grupos terroristas». Araud ha hecho hincapié en que Francia busca que se llegue a un proceso de normalización lo antes posible en el que se «pueda lanzar un proceso político norte-sur».
Unas 30.000 personas han huido de los últimos combates sumándose a los más de 200.000 desplazados que ya había. La situación ha aumentado el peligro para los ocho rehenes franceses que retienen grupos aliados a Al Qaeda en el Sáhara y para los 30.000 nacionales de Francia que residen en países de mayoría musulmana vecinos a Malí.