«Unidad que no uniformidad», ha dicho Felipe VI, en un discurso con multitud de referencias al contexto actual de España. «En la España unida y diversa cabemos todos, porque los sentimientos no deben nunca enfrentar o dividir, sino respetar y convivir», ha asegurado, en lo que todos los presentes han entendido como una declaración de intenciones ante la apuesta soberanista de Artur Mas. El nuevo Rey entiende además esa unidad como una «suma de la diversidad» que nace de la historia de España, que a su juicio «debe fortalecer» a la sociedad española. «Deseamos una España en la que no se rompan nunca los puentes del entendimiento», pedía tras ser proclamado Jefe de Estado.
«Inicio mi reinado con una profunda emoción por el honor que supone asumir la Corona, consciente de la responsabilidad que comporta y con la mayor esperanza en el futuro de España», comenzaba su alocución. En su discurso Felipe VI ha tenido también palabras de agradecimiento para don Juan Carlos, y para su madre, la Reina Sofía, que se ha llevado la mayor ovación del hemiciclo.
Una monarquía renovada
Pero enseguida ha pedido una mirada hacia el futuro. Don Felipe se ha mostrado decidido a lograr la cercanía con los ciudadanos y ha apelado en repetidas ocasiones a la necesidad de un cambio de ciclo en la institución. Ha tendido la mano a «una monarquía renovada para un nuevo tiempo», y ha asegurado que emprende esta nueva tarea con «la energía, la ilusión y el espíritu abierto y renovador que inspira a su generación». «La Corona debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse continuamente su aprecio, su respeto y su confianza», ha asegurado.
En el discurso también ha habido un llamamiento a preservar la independencia del poder judicial y a «observar una conducta íntegra, honesta y transparente», en lo que algunos analistas han entendido como una forma de marcar distancias respecto del caso Urdangarin. «Los ciudadanos piden ejemplaridad», ha dicho Felipe VI, porque a su juicio, sólo de esa manera la Corona se hará «acreedora de la autoridad moral necesaria» para el ejercicio de sus funciones.
El desempleo, la situación económica y sus efectos también han tenido cabida en sus palabras. Felipe VI ha subrayado la necesidad de que «todos los poderes» trabajen por quienes sufren los efectos del «deterioro económico y social». «Quiero transmitir mi cercanía y solidaridad a todos aquellos ciudadanos a los que el rigor de la crisis ha golpeado duramente hasta verse heridos en su dignidad como personas», ha dicho.
También ha destacado la posición que a su juicio deberían tener la investigación y la innovación en la sociedad actual. «El bienestar de nuestros ciudadanos nos exige situar a España en el siglo XXI, en el siglo del conocimiento, la cultura y la educación.
Un discurso lleno de ovaciones
Hasta en siete ocasiones han interrumpido el discurso del nuevo Rey. El hemiciclo le ha recibido puesto en pie y con un aplauso prolongada, al que no se han sumado ni Artur Mas, ni Iñigo Urkullu. El Rey también ha tenido un emocionado recuerdo para las víctimas del terrorismo, a lo que los invitados han respondido con una ovación cerrada.
Don Felipe terminaba su discurso con un guiño a Cervantes. «No es un hombre más que otro si no hace más que otro», ha dicho parafraseando Don Quijote, para resumir la esencia de cómo quiere que transcurra su reinado. «Yo me siento orgulloso de los españoles y nada me honraría más que, con mi trabajo y esfuerzo de cada día, los españoles pudieran sentirse orgullosos de su nuevo Rey», ha asegurado. Y otro gesto; terminaba su discurso agradeciendo a los presentes en las cuatro lenguas oficiales.
Tras el acto en el hemiciclo, don Felipe, doña Letizia y sus hijas han presidido un desfile militar, y acto seguido el monarca se ha dado su primer baño de multitudes por las calles de Madrid, a bordo de un Rolls Royce descapotable. Ya en el Palacio Real se ha producido una foto para la historia: los reyes Felipe VI y Letizia, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía han saludado en el balcón junto a los también reyes, Juan Carlos y Sofía.