En estos comicios en los que 260.000 personas tenían derecho a voto, se mantiene en el poder el Partido Popular, aunque pierde cuatro puntos respecto a las anteriores elecciones de hace cinco años.
En segundo lugar ha quedado el Partido de la Libertad de Dieter Egger, de extrema derecha con un discurso abiertamente xenófobo, que ha duplicado los votos que obtuvo en la consulta anterior.
El mayor descalabro es el de los socialdemócratas de Michael Ritsch que pierden casi siete puntos. Tienen que onformarse con un 10,6 por ciento.
A pesar de su éxito en las urnas el partido Popular, en el gobierno junto a los socialdemócratas, ha renunciado a renovar la coalición regional con los ultraderechistas debido a unas declaraciones de Egger, en las que llamó «judío exiliado» al director del Museo judío.