Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, tres miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y con poder de veto, piden una «urgente» investigación sobre el supuesto uso de armas químicas contra civiles en Siria.
El representante permanente adjunto de Gran Bretaña, Phillip Parham, dijo a los periodistas este jueves que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha recibido una carta firmada por más de 35 estados miembros en la que exigen una «rápida investigación».
No obstante, se negó a identificar a los países. La misiva tampoco ha sido hecha pública.
De todas formas, hemos podido obtener una copia del texto, aunque no contenía la lista de los signatarios. Solo figuraban Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña.
Los otros dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad son China y Rusia.
La carta reza: «Nos gustaría llamar su atención sobre informes creíbles del uso de armas químicas el 21 de agosto de 2013 en (la gobernación siria de) Rif Damasco. Dada la gravedad de estos informes, juzgamos esencial que se investiguen rápidamente todos los hechos pertinentes».
La misiva pide a Ban que ordene una investigación «en la forma más expeditiva posible», siguiendo el Mecanismo para la Investigación del Supuesto Uso de Armas Químicas y Biológicas, de la propia Secretaría General.
El mecanismo deriva del mandato aprobado por la Asamblea General de la ONU en su resolución A/RES/42/37C del 30 de noviembre de 1987.
La carta también pide al secretario general que «informe a los estados miembro lo antes posible» sobre los resultados de dicha investigación.
La oposición siria acusó el miércoles 21 al régimen de Bashar al Assad de haber lanzado bombas con gas venenoso sobre barrios de Damasco, matando a más de 1.000 personas. Las fuerzas del gobierno, en tanto, niegan categóricamente el uso de ese tipo de armas.
Rusia, que apoya al régimen Al Assad, sostiene que la denuncia del ataque con armas químicas es en realidad una «provocación planificada» por los rebeldes.
Un portavoz de la cancillería rusa señaló: «Todo esto parece un intento de crear a toda costa un pretexto para exigir al Consejo de Seguridad que apoye a los opositores al régimen y socave las posibilidades de celebrar la conferencia de Ginebra».
Ese encuentro estaba previsto para promover un diálogo de paz entre el régimen sirio y los rebeldes, pero hasta ahora no se ha concretado.
Antes de la nueva denuncia, en Siria ya se encontraba un equipo de expertos de la ONU, enviados para investigar ataques anteriores con armas químicas, pero su mandato es limitado y el Consejo de Seguridad, reunido el miércoles de urgencia, no le solicitó extender su tarea.
«Estamos al tanto de que la misión de la ONU se encuentra ahora en Damasco», señala la carta. «Le instamos a que haga todo lo posible para asegurar que dicha misión tenga acceso urgente a todos los sitios relevantes y fuentes de información».
La carta incluye una lista con posibles fuentes para la investigación.
Mientras, en una declaración este jueves 22, Ban dijo estar impactado por los informes del supuesto uso de armas químicas en los suburbios de Damasco.
Por su parte, el jefe del equipo de la ONU enviado a Siria, el sueco Ake Sellstrom, dijo que los expertos se encontraban investigando un informe del propio gobierno de Siria sobre el supuesto uso de armas químicas en Khan al-Assal, así como otras dos denuncias hechas por estados miembros del foro mundial.
«El profesor Sellstrom está en discusiones con el gobierno sirio sobre todos los temas que tienen que ver con el supuesto uso de armas químicas, incluyendo el último incidente denunciado», señaló el grupo de expertos de la ONU en una declaración.
«El secretario general reitera que el uso de armas químicas por cualquiera de las partes y en cualquier circunstancia violaría el derecho humanitario internacional», añade.
Mientras, los 15 miembros del Consejo de Seguridad también han difundido una declaración propia este jueves pidiendo una investigación, aunque no han adoptado ninguna resolución, que de ser propuesta probablemente habría sido vetada por China y Rusia.
El director de Human Rights Watch, Philippe Bolopion, opina que esa declaración del Consejo de Seguridad no era suficiente y desamparaba a las víctimas.
«En lugar de buscar la verdad y exigir la cooperación con los investigadores de la ONU, Rusia y China una vez más optan por proteger a un gobierno que ha estado masacrando a su propia población», ha dicho.
«Pasarán a la historia como los dos principales facilitadores de las sangrientas tácticas de Al Assad para reprimir al pueblo sirio».