Empezó a trabajar muy pronto en el extranjero
Dominique Moratinos- Sí, trabajé dos años en Francia, luego me casé y una vez aquí empecé a trabajar en varias escuelas unos meses antes de entrar en el Liceo Francés en enero del 76, mi marido todavía era estudiante y nos casamos contra la opinión de nuestros padres. Además, esos tres primeros meses fueron fundamentales para mí para aprender Español, porque yo había estudiado Inglés y Alemán.
eXp- Conoció a su marido en 1969 en Cambridge (UK), estudiando Inglés, y su carrera diplomática les habrá llevado por medio mundo
DM- No tantísimo. Mi marido también tuvo muchos puestos en Madrid. No viajamos como otros diplomáticos que se quedan sólo como mínimo dos años aquí y después se vuelven a ir. Él tuvo varios puestos muy interesantes en el Ministerio, y eso me permitió trabajar bastante en el Liceo Francés hasta que me jubilé.
eXp- Alrededor de 24 años viviendo en España, tiempo real, casada con un español, tres hijos españoles, pero la cultura francesa sigue presente
DM- Sigue muy presente, desde luego. He intentado además mantenerla y enseñarla a mis hijos, aparte de que ellos iban también al Liceo Francés. Y creo que es importante que cada uno aporte lo que tiene: mi marido el Castellano y yo el Francés, y la cultura de los dos países, nos hemos compenetrado y hemos hecho una mezcla de las dos culturas, y nos gustan las dos tanto a mi marido como a mí.
eXp- Se habrá encontrado con muchos afrancesados en España
DM- Sí, a mi marido también lo han llamado así en varias ocasiones. No sé si es afrancesado, o que él se considera ciudadano del mundo y yo también; sigo teniendo pasaporte francés, sigo siendo francesa.
eXp- Por afrancesado entendemos una persona que sigue unos valores históricamente defendidos por Francia. Hace poco la UE tuvo que llamar la atención a su Ministro del Interior por sus declaraciones sobre el pueblo gitano. ¿Los valores están en decadencia o hablamos de situaciones puntuales?
DM- Creo que son cuestiones puntuales. Es verdad que hay cambios y es difícil valorar si ha habido de verdad un cambio importante, si se ha perdido mucho. Yo sigo creyendo mucho en la laicidad, es un valor importante y, aunque yo sea católica y practicante, considero que la religión es algo aparte, muy personal. A la vez puedo ser muy laica y muy religiosa.
eXp- En lo político había muchas expectativas con su actual Presidente, Hollande, ¿demasiadas quizá?
DM- No me gusta mucho hablar de política. Eso se lo dejo a mi marido, yo tengo mis opiniones pero él sabe más que yo.
eXp- Aunque no le guste la política, la vive bastante a través de su marido. Por ejemplo las críticas a su gestión cuando fue Ministro de Exteriores, el llamado «recreo» en Gibraltar.DM- A veces es difícil. Primero, yo no pensaba que mi marido se iba a meter en Política. Él era diplomático y yo creo además que es un diplomático nato, que tiene esa convicción de que con el diálogo va a solucionar todos los problemas. Cuando decidió de manera bastante repentina dedicarse a la Política, yo no estaba preparada para apoyarle en ese proyecto. Le había apoyado en todo pero me parecía que eso no era lo suyo. Después me di cuenta de que sí, con la fuerza de voluntad que tiene, con las ganas de aprender y la capacidad que tiene, sí se ha hecho un hombre político y he intentado siempre apoyarle. He tenido anécdotas como ver a una persona leer un artículo en el que criticaban a mi marido y decirle: ¿Usted cree lo que está diciendo ese periódico? La persona contestaba que sí, y yo decirle que le podía asegurar que no era así. Creo que mi marido ha hecho bien con el tema de Gibraltar: no contestar de inmediato, porque claro le provocó un poco de ira. Se tomó el tiempo para una respuesta bien hecha que es lo que ha hecho con el artículo que publicó en El Mundo.
eXp- Ve mucha diferencia entre los medios de comunicación en Francia y España
DM- Sí, a mí me parece que en Francia la gente escucha más. Veo programas de debate en la televisión española y todo el mundo habla al mismo tiempo, nadie respeta el turno de palabra, no se quiere aprender del otro. En Francia hay algo más de respeto a la palabra del otro.
eXp- Históricamente ha habido muchas batallas y rivalidad entre Francia y España, ¿subsiste algún problema importante en la actualidad?
DM- No sé ahora mismo. Pero cuando tuve la suerte de acompañar a los Reyes a Francia, cuando mi marido era Ministro, la verdad es que encontré una Francia ávida de información sobre España, maravillada de su evolución, mucho aprecio a España y a los españoles
eXp- ¿Se ha superado lo que se decía popularmente, que Francia miraba a España por encima del hombro?
DM- Yo creo que sí. Es más bien un desconocimiento por parte de los españoles; a lo mejor es una forma de ser, una forma de aparentar, el tono de voz... Muchas veces es verdad que hay más distancia con la gente, al principio, hay que conocerlos e ir más allá de la apariencia. Me pasa a mí misma: encuentro unos franceses por el mundo y la primera impresión es que son gente fría, distante, y a veces poco simpática. Yo misma digo: qué imagen damos. Y a lo mejor yo también soy así, porque también lo he oído. Pero creo que hay que ir más allá, se encuentran buenas personas y gente interesante en todo el mundo
eXp- En abril presentó en Burdeos su primera novela, «El barbero de Kyrenia» que ha presentado en el Instituto Francés en Madrid, edición bilingüe y no limitada como una que hizo anteriormente
DM- La novela la escribí hace diez años. Estaba metida en un armario y no pensaba que iba a salir de ahí. La edición limitada fue una sorpresa de la familia. A mí siempre me ha gustado leer muchísimo y escribir en momentos importantes de la vida, como en los viajes, pero nunca había pensado escribir una novela. Fue a raíz de una cena donde encontré algo que me llamó la atención, especialmente una pareja que me pareció que no pegaba mucho y al día siguiente me puse a escribir. Es una novela corta, de aventuras, escrita en Chipre, los dos personajes principales son un chipriota y una inglesa, hay una serie de intrigas y te transporta a otros países que he conocido: Egipto, Francia, Finlandia, Inglaterra...
eXp- Una novela casi europea. ¿Cómo ve el encaje de la UE, cuando se dice que Francia y Alemania dirigen y los 26 países restantes siguen sus instrucciones?
DM- Creo que la ampliación de la UE, de los 15 a los 28 países, se hizo demasiado rápida. Se podía haber esperado a consolidar la unión entre los 15 antes de meter a más países. Es cierto que era una atracción muy grande para los países que han entrado pero a lo mejor no ha beneficiado a los que estaban antes ni a los que han llegado después. Es muy complicada toda la gestión, ahora mismo no está viviendo la mejor de sus épocas