«En Italia votamos a unos ineptos que nos llevan a la ruina»
Marco Ricci nació en Massa, Italia. Estudió en el Liceo Classico P. Rossi donde se graduó en 1986. Mas tarde frecuentó la Accademia della Musica, en Toscana. Ha publicado dos discos y una novela en italiano: «...ed é pur sempre amore», «...a pesar de todo es amor». Vive en España desde hace 25 años, alternando trabajos en la música y en la enseñanza, con la dirección y presentación del programa «La vita é bella» en Radio Círculo, la emisora cultural del Círculo de Bellas Artes de Madrid.
euroXpress.- Cómo llega a España y por qué decide quedarse
Marco Ricci.- Diría que me trajo el destino. Llegué muy joven, con 22 añitos y una maleta vacía pero repleta de sueños. Lo que tiene de bueno y de irrepetible la juventud, esa inmunidad casi ingenua y desgraciadamente efímera frente a las maldades que envuelven la vida, y esa receptividad a todo lo que la rodea. ¡Menudos tiempos! No decidí quedarme, ya estaba todo escrito
eXp.- Los países del Mediterráneo tenemos mucho en común pero cuáles son las grandes diferencias, si las hay
MR.- Hablando de España y de Italia diría que somos «hermanos, pero distintos». Suele suceder en la genética familiar: la misma cuna pero una manera diferente de ser y de ver la vida. Me quedo con la parte llamémosle humana, con las diferencias que más significado tienen para mí: la concepción del tiempo y la manera de divertirse. Gana España, por supuesto, donde ambas cosas se viven con más «naturalidad»
eXp.- No habrá encontrado problemas para integrarse, ¿puede ser bueno incluso ser italiano en España?
MR.- Desde luego que si, ¡Haz de tu «debilidad» una fortaleza! Bromas aparte, sólo puedo estar agradecido a este pueblo. Mi segundo hogar.
eXp.- ¿Cómo se ve a España desde Italia actualmente? ¿Ha cambiado la percepción del país y de los españoles?
MR.- Tengo que reconocer que cada vez que viajo a mi país me asombro positivamente frente a la curiosidad y al interés que España suscita en mis compatriotas. Cuando me preguntan algo sobre España, algo obvio, obvio para mi claro, yo sonrío y contesto:»tenéis que venir a verlo». Muchos italianos visitan España cada año. Ahora, más que percibirlo lo ven claro, es una realidad. Y muy bonita por cierto.
eXp.- La crisis en Italia no es sólo económica, también afecta a sus políticos, ¿qué responsabilidad tienen estos en la actual situación económica?
MR.- Si lo que me estás preguntando es que si somos un pueblo de borregos que votamos (sin admitirlo) a unos ineptos que nos llevan a la ruina, te contesto con un fonema simple y liberatorio: sí. Tengo que reconocer que no soy muy ducho en política, en retorica (la barata), en demagogia, mentira, abuso, nepotismo, etc., etc. Son titiriteros, y a su vez títeres, ya no saben de qué hilo tirar.
eXp.- La política italiana se ha visto dominada por Berlusconi las últimas décadas, ¿seguirá influyendo il Cavalieri no sólo política sino también económicamente?
MR.- Hierba mala, nunca muere
eXp.- El poder del ex Primer Ministro italiano incluye grandes empresas mediáticas ¿En Italia se combate la concentración abusiva en los Medios, o se deja en manos del mercado?
MR.- ¿Qué clase de justicia puede albergar un país que tiene (tenía, gracias a Dios) a un magnate como primer ministro? En Italia es muy complicado «combatir» cualquier cosa porque reina la corrupción, el «fai da te» (hazlo a tu manera). Claro, ¡con el ejemplo que tenemos! Tu me dirás
eXp.- Desde hace tiempo se habla de la italianización de los medios españoles, refiriéndose al mercantilismo y sensacionalismo de medios como Tele5, propiedad de Mediaset que a su vez está controlada por el Grupo Fininvest, propiedad de Berlusconi
MR.- Esto de «italianización» me suena tan raro. ¿No será muy grave verdad? Bueno, en este caso si que lo fue, visto los resultados obtenidos. Si esta «colonización mediática» se queda en una sola cadena, podemos estar satisfechos. ¿En que canal si no íbamos a echar el Gran Hermano y toda la basura? Tiene que haber para todo
De todas formas, actualmente hay que destacar también la «Españolización» de nuestra compañía de telefonía nacional, entre otras cosas. Espero que hagan mejor trabajo.
eXp.- Su programa de radio «La vita é bella» se aleja completamente de esos parámetros, dentro de la única emisora cultural que actualmente emite en España
MR.- Somos David contra Goliat. Las palabras son como las piedras, cuando llegan hacen daño. Nadie quiere pensar, es más fácil tragarse el Gran Hermano. Intento hacer mi trabajo con humildad, llevando a la gente algo diferente. No soy un periodista, solo intento trasmitir, sensibilizar, inventar historias
eXp.- La cultura italiana está reconocida históricamente, ¿hay suficiente conocimiento de ella no sólo en España, en Europa?
MR.- Yo creo que sí. Lo que mas me preocupa es si seremos o no capaces de mantenerla. De mantenerla viva para los que vengan. Cultura, cultivo, cultivar, ¿acaso no hay que sembrar para recoger?
eXp.-¿La Unión Europea ha sido beneficiosa para su país? Cuáles han sido las ventajas y las desventajas, si las hubiera habido
MR.- En ese «revolcón» socio económico supongo que salimos perdiendo algo y, al mismo tiempo, ganando. Lo que puedo afirmar es que los que perdimos algo, seguimos siendo los mismos, los que ponemos la cama.
eXp.- Cómo ve el presente y el futuro de Italia, y el presente y el futuro de España
MR.- Me gustaría hablar de futuro, porque el presente corre tan rápido que ya no está.
Si fuera una quiniela me jugaría un 1-X-2 o sea: todo es posible. Creo muy poco de lo que me cuentan los telediarios. Un día vislumbramos la luz al final del túnel, y al día siguiente estamos sacudidos en la zozobra en alta mar. A pesar de todo, creo en la fuerza, la sensibilidad y la cordura del hombre. Eso no me lo quita nadie.
eXp.- Además de «La Vita é Bella» qué otras fuentes de información y entretenimiento tenemos que nos acerquen a su cultura, de forma alternativa o a través de las Instituciones Culturales italianas
MR.- Ya hemos hablado antes de la cultura italiana (e incluyo Arte y Gastronomía por supuesto) y como he dicho, para acercarse a ella, para conocerla realmente, lo mejor es reducir distancias. O sea viajar hasta allí. Porque si tengo que apoyarme solo en las Instituciones italianas, en lo que me proponen y, sobre todo, en la ayuda que ofrecen a nosotros emigrantes, muy poquita cosa nos queda. Claro, ¡aparte del «Rincón de la gastronomía Italiana» en el Corte Inglés!