eXp- No se decantó por las letras o por el piano, como su padre quería, le salió artista y multifacética
Elizabeth Wittlin-Lipton.- Me gusta mucho la música, soy muy aficionada pero no tengo ningún talento. Y empecé con las artes plásticas que es lo mío, mejor o peor.
eXp- Su padre tuvo que abandonar Polonia por la II Guerra Mundial, en 1940 consiguen reunirse con él en París. De ahí a España, Portugal y finalmente EEUU, pero en el camino pierde un zapatito comprado en Zaragoza el día anterior.
EWL- En el tren de Zaragoza a Madrid. Entonces cada vagón tenía una puerta exterior, probablemente alguien le dio una patada y se perdió. Mi padre me dijo que hasta que no lo encontrara iba a volver a España, pero no pienso encontrarlo.
Exp- Volvió pronto, en 1955, ya casada y con un hijo, ¿cómo recuerda esa España – que todavía no era oficialmente Europa?
EWL- Quizá no he conocido muy bien la Europa de la posguerra. Volvimos a Francia pero a Polonia no hasta el 69, mi padre era una persona non grata así que no pude; su muerte facilitó que pudiera conseguir mi pasaporte
España era diferente. Pero yo no comparaba el progreso de un país a otro. Lo que me fascinó desde el principio fue la orografía. Desde el avión veía cuadros del cuatrochento italiano vivos, era como un paisaje bíblico, unos tonos impresionantes. Me enamoré de este paisaje y empecé a pintarlo
Aceptamos un trabajo aquí en el 55 porque me empeñé en volver a Europa. Era muy caro entonces para un matrimonio con un hijo pequeño y pensaba que así sería más fácil estudiar arte en Italia, pero cuando llegué aquí me quedé tan enamorada del país, quizá de su vitalidad contagiosa.
eXp- Está en España un año y medio, vuelve en 1962...
EWL- Sí, volvimos para 6 meses, y nos quedamos 12 años. Era una época fructífera. Fui inmediatamente a la Universidad, empecé a leer, a conocer poetas, pintores... Empezó mi interés por el teatro, que gracias a personas como Francisco Nieva llegó a ser otro oficio para mi... Este país tenía una tensión que afinaba las sensibilidades, las antenas; esta topografía tan árida, las voces de las mujeres muchas veces ásperas, el idioma que me encantó y lo que aprendí en la Facultad también.
exp- Empezó a trabajar en Teatro. Conoció a escritores como Pepe Hierro y Vicente Aleixandre. En esa época del franquismo no le importó tanto la cuestión política y social
EWL- A mi padre claro que le importaba, fue incluso presidente del Pen Club en el exilio y redactó una carta protestando por la muerte de Lorca, y eso le podía haber costado la vida cuando estuvimos aquí...Hay algunos momentos en mi vida que... con una ignorancia casi infantil, prefiero no recordar. Lo aprendí con la ocupación alemana. A mis amigos no les iba bien, a Pepe Hierro peor que a los otros. Y si he podido hacerle la vida más fácil a alguno, ha sido un placer para mí. También conocí a Claudio Rodríguez, Carlos Bousoño, José Olivio Jiménez a José Luis Cano... Y lo que era increíble es que se interesaron y creyeron en la obra de mi padre, cuando en su propio país fue borrado durante tres generaciones. También -con mucho egoísmo- encontré la vida más fácil, el dólar valía algo... Lo que no me gustaba era el cierre durante las horas de comer lo llamo el coitus interruptus...
eXp- Jozef Wittlin tradujo Nanas de la Cebolla de Miguel Hernandez. Lo hizo muy bien según Pepe Hierro. Su padre escribió Canción de cuna para mi hijita años antes y había muchas coincidencias
EWL- la forma de la nana para mi padre era algo muy cercano. Después de la que escribió para mí, hizo una traducción muy rápida y muy natural
eXP- Cómo influye España en su carrera
EWL- Las amistades. El barroco. Calderón...He trabajado por ejemplo para el teatro más contemporáneo, el de Ángel Gil en Nueva York. Una obra de las obras fue El Guernica de Picasso, que reproduje a tamaño natural y dividí en nueve personajes. Me involucré un poco con la españolidad
eXp- A través de sus amigos polacos en España está recuperando Polonia
EWL- No solamente por los amigos polacos, había cosas en el estilo de vivir ya en el 55, en el barrio del Viso donde me encontraba, que recordaba a la Polonia de antes de la guerra. He perdido mi país. Ahora cuando vuelvo soy un poco extranjera, en cambio aquí no me siento como una extranjera. Me siento más española y neoyorquina
eXP- En 2011 publica: «From one day to another», una vida entre tres patrias
EWL-Tres patrias en tres distintas épocas de mi vida. No me gusta mudarme. Es un exilio de sí mismo y después hay que acostumbrarse otra vez desde el principio. La España de hoy, como Lavapíes que no he conocido antes, es un descubrimiento. España para mí es un descubrimiento, comprar un limón es una aventura
eXP- ¿Cómo se ve España en Polonia, Europa, EEUU?
EWL- Es tan ridículo cómo la gente no tiene idea realmente de lo que es España. Español en Nueva York puede ser Puerto Rico, Santo Domingo. Y yo tengo mucho cariño a mis amigos, especialmente a los cubanos en Nueva York, porque hemos vivido el mismo exilio. Es una ignorancia, una inocencia, una fantasía. Es difícil conocer y tener la esencia española, que para mí es tan importante, por eso vivo aquí
eXp- En su persona se destaca la energía, imaginación, originalidad, amor por lo bello, por el surrealismo. También perspicacia e inteligencia, humor, y dicen que es un poco trasgresora
EWL- Soy más transgresora en Polonia que aquí. Los españoles a pesar de Franco, siempre eran y serán – espero- transgresores. Y quizá se me ha pegado un poco. La gente en cierto modo es libre, mucho más libre que en cualquier otro país del mundo: ¡porque me da la gana!
eXp- ¿Entre esas 3 patrias de su libro hay una 4ª- como la 4ª pared del teatro- el arte?
EWL- Si tengo un texto me es más fácil pintar, o si tengo una visión. Desgraciadamente creo que soy mediocre, hija de un gran artista. Pero tengo ganas de hacer. y de vez en cuando me encuentro con sorpresa que ha gustado
eXp- Habla muy bien de España, también del talento infinito en Polonia. ¿Cuál es la percepción que tenemos los españoles respecto a Polonia y Europa en general, estamos integrados respecto a otros países europeos?
EWL- Yo creo que sí pero siempre hay una autodefensa innecesaria. Por ponerte un ejemplo yo tenía una muchacha en Nueva York que era gallega, y cuando hablo con muchas señoras españolas me dicen: ¿eres polaca? , pues yo tengo una señora de limpieza polaca. Ah, pues yo tuve una española y estamos en paz (se ríe). No somos solamente un pueblo de pintores, albañiles, o muchachas para todo. Somos otra cosa
eXp- Tiene orígenes judíos y una buena relación con la Casa Sefarad en Madrid ¿Cómo ve nuestra relación con el pueblo judío que también históricamente ha pasado por muchas vicisitudes?
EWL- Ojalá el pueblo Polaco tuviese tan buena relación como la tienen los españoles ahora. Yo soy asimilada, desgraciadamente, como mi padre: un judío bautizado porque era cristiano. Esto lo entiende un español muy bien, pero ocurre que los Antisemitas lo consideran como judío y los judíos como traidor. No me siento judía, no es una raza, pero han sufrido tanto que sí me siento vinculada con los judíos. En Polonia todavía dicen: Polacos y Judíos. Julian Tuwin que es el Lorca Polaco es Judío... no puede haber esas diferencias
eXp- Nos ha abierto su casa en el corazón de Madrid, en el barrio de Antón Martín, qué le gustaría destacar de todo el arte que puedo ver aquí, el propio y el de otros.
EWL- -Tengo un pequeñito retrato de San Juan de la Cruz, un original de autoría desconocida. Y un pequeño cuadro de Eduard Vuillard. Con mi propia obra, cambio. Yo creo que alguna obra de teatro, cuando la hago porque luego llega el Director y la cambia toda (risas) Las cosas salen como un accidente y hay que saber sacar partido del accidente, hay que practicar mucho, y ahora lo he dejado por el trabajo de archivo de la obra de mi padre, trabajos que se están haciendo en Polonia y fuera, nadie es profeta en su tierra
eXp- No es difícil conciliar culturas diferentes, ¿es –valga la redundancia- cuestión de cultura?
EWL- Mis mejores amigos son gente sin país, especialmente con los que tengo una relación cultural. Con estos no tengo que explicar nada, nos entendemos.