En el Elíseo se han reunido el presidente francés, François Hollande, el ministro de defensa galo, Jean-Yves Le Drian, la secretaria de Estado responsable del programa espacial, Geneviève Fioraso, el presidente de Safran, Jean-Paul Herteman, el director de Estrategia del Grupo Airbus, Marwan Lahoud, y varios responsables de la política espacial francesa y europea.
El constructor aeronáutico europeo Airbus Group y el fabricante de motores Safran han firmado un memorando de entendimiento. Participarán a partes iguales en el nuevo proyecto, en el que cada una «desempeñará un papel clave de acuerdo con sus tradicionales áreas de actuación, especialmente, en Francia y Alemania». La propuesta industrial consiste en seguir desarrollando y acelerar la entrada en servicio del lanzador Ariane 5 ME, «como evolución lógica» del cohete europeo Ariane 5, y proseguir el desarrollo del Ariane 6 «con una configuración acordada conjuntamente».
Los constructores europeos quieren ser competitivos ante el lanzador Falcon, que tiene ofertas dos veces más baratas que los lanzamientos del Ariane. Falcon, que pertenece a la empresa del multimillonario estadounidense Elon Musk, ofrece lanzamientos por 44,4 millones de euros, la mitad de lo que cuesta uno de Ariane.
Airbus Group y Safran continuarán desempeñando un papel «líder» en el negocio de lanzadores espaciales, «y salvaguardar el acceso autónomo y fiable de Europa en el espacio». El presidente de Safran, Jean-Paul Herteman, ha destacado el aumento de empresas del sector en muchos países por lo que deben enfrentarse a «serios retos tecnológicos para que la industria europea proporcione soluciones competitivas en todos los segmentos de espacio y, en primer lugar, se encuentran los lanzadores». El consejero delegado de Airbus Group, Tom Enders, ha destacado que éste es el punto de partida «de un interesante periplo» que supondrá para Europa contar «con un negocio de lanzadores más integrado, más eficiente y, más rentable».