Europa recorta drásticamente la ayuda para alimentos de los más pobres

Organizaciones como Cruz Roja o Banco de Alimentos van a tener que ingeniárselas aún más para encontrar comida que hacer llegar a familias sin trabajo, ancianos con escasos medios, personas sin casa o emigrantes en situación límite, desde luego de la UE no va a ser.

Los ministros de Agricultura de seis Estados miembros, entre los que están Alemania o Reino Unido, impiden que se utilicen fondos de la Política Agraria Común (PAC) para comprar alimentos para los europeos más desfavorecidos, algo que se ha venido haciendo desde 1987.

Cajas de alimentos y un operario con una bata del reparto de alimentos
Cruz Roja (España)/Foto:Cruz Roja

Cada año se ha venido asignando una partida del presupuesto agrícola (PAC) para el programa europeo de alimentos del que se benefician 13 millones de europeos de los que 1,7 millones son españoles. En los dos próximos años, si no se encuentra una solución, el recorte va a ser notable el dinero disponible va a pasar de los 450 millones de euros de este año a 113 millones de euros.

El pasado abril, el Tribunal de Justicia de Luxemburgo, ante una queja presentada por Alemania a la que apoyaba Suecia, dictaminó que salvo circunstancias muy específicas los alimentos debían provenir de los productos agrícolas que la UE retira del mercado en situación de crisis de precios. En realidad, encontrar una salida a esos alimentos intervenidos dio lugar a la creación en 1987 del programa. Pero los excedentes eran cada vez menores y a mediados de los años 90 se introdujo una modificación en el reglamento que permitía comprar en el mercado productos cuando las circunstancias lo requiriesen. En 2010 esta posibilidad de compra se hizo permanente y así se pudieron incluir productos perecederos como fruta y verdura. En la actualidad el Programa Europeo de Ayuda a los más necesitados (PEAD) compra en el mercado el 80% de los alimentos que reparte.

Alemania, Reino Unido, Dinamarca, Holanda y la República Checa se atienen a la decisión del Tribunal de Luxemburgo, con lo que los dos próximos años la cuantía se reducirá a 113,5 millones de euros mientras que el número de pobres no hace más que aumentar por la crisis. Alegan que estas ayudas deberían incluirse en la política social de la UE y no en la agraria.

La ministra española de Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, ha dicho que es «absolutamente inexplicable e impresentable» que se planteen estos recortes, cuando millones de europeos se encuentran en situación de exclusión. En España gracias al PEAD este año se distribuyen 130.000 toneladas de alimentos entre más de 1,7 millones de personas.

El reparto se hace a través de Organizaciones no Gubernamentales que cubren una parte de los alimentos que reparten con estas ayudas de la UE, el resto lo consiguen de colectas, industrias, supermercados o mercados centrales.

Haría falta una revisión de las condiciones del programa para volver a comprar alimentos pero eso no llegará, en el mejor de los casos, hasta 2014. Mientras el ministro polaco de Agricultura, Marec Sawicki, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria de la UE ha dicho que mantendrá contactos con los Estados de bloqueo para buscar avances y anunció que se tratará en la Cumbre europea de octubre.