La basura también es un indicador de riqueza y de hábitos de consumo. Según la oficina estadística de la Unión (Eurostat), los últimos socios de la UE, República Checa, Letonia, Polonia, son los que producen menos basura entre los 27, mientras Dinamarca, Austria, Alemania y Holanda son los que más.
Lo que tiran los hogares, los pequeños negocios y las entidades públicas pesa, de media, 524 kilos por persona y año. Dinamarca encabeza el ránking, con 802 kilos, y lo cierra la República Checa, con 306 kilos.
¿Y qué hacemos los europeos con la basura? Pues también aquí hay notables diferencias. Mientras Bulgaria manda al vertedero el cien por ciento de sus desperdicios, los países nórdicos incineran y la mayoría reciclan o descomponen. Pero en este último campo los datos vuelven a marcar distintos tipos de actuación.
La media europea de reciclaje apunta un 40 % de basura. Austria, Alemania y Holanda, casi el 70 % , pero en siete Estados se recicla menos del 10%.
España genera al año 575 kilos de residuos por persona. El 57 % va al vertedero, el 9% se incinera, el 20 % se descompone y el 14% se recicla.