Las cautelas de los primeros momentos, al conocerse el escándalo, han dado paso a declaraciones más abiertas sobre la conveniencia de su retirada. La ministra austríaca de Finanzas, Maria Fekter, ya se ha mostrado a favor de que dimita «por el daño que está haciendo a la institución». La vicepresidenta española, Elena Salgado, ha dicho que los delitos que se le atribuyen son de una extrema gravedad y que su «solidaridad está con la mujer que ha sufrido una agresión, si efectivamente ha sido así».
Según un pacto no escrito, desde la II Guerra Mundial, un europeo está al frente del FMI y un estadounidense, del Banco Mundial. Un reparto que se ha mantenido sin problemas durante las últimas décadas entre las dos grandes potencias económicas. Pero las cosas no son igual ahora. Las potencias emergentes vienen reclamando que su peso en el panorama internacional se vea reflejado en las instituciones y el caso Strauss-Kahn presenta una oportunidad de oro.
Brasil ya ha reclamado el derecho de estos países a designar al sucesor del político francés y ya suenan nombres posibles, como ex ministro de Finanzas turco Kemal Dervis, el sudafricano, Trevor Manuel, o el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens.
Sin embargo, la canciller alemana, Angela Merkel, ya se ha pronunciado por que sea un europeo el sucesor de Strauss-Kahn y le han seguido otros políticos europeos de todas las tendencias. El argumento es contundente: puesto que Europa es el principal contribuyente del FMI tiene el derecho a dirigir la organización. El momento es especialmente importante para la UE porque el FMI participa en los rescates financieros de Grecia, Irlanda y Portugal y ha aportado millonarios programas de ayuda a Hungría, Rumanía y Letonia.
De modo que también Europa lanza candidatos de primera fila: la ministra francesa de Economía, Christine Lagarde, el exprimer ministro británico, Gordon Brown, o el exdirector del Bundesbank alemán, Alex Weber, suenan como sucesores de Strauss-Kahn. También se han levantado voces para defender que una mujer dirija el Fondo Monetario Internacional.