La Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, Catherine Ashton, sondeará las posibilidades de llegar a acuerdos políticos y de cooperación comercial con Cuba. Tiene el encargo de los ministros europeos de Exteriores y un plazo de dos meses para obtener respuestas.
La nueva ministra española, Trinidad Jiménez, ha convencido a sus socios comunitarios de la oportunidad de dar un paso simbólico hacia el régimen castrista, después de la liberación de más de 40 presos políticos y de haber llevado a cabo reformas económicas en la isla.
No ha habido consenso para derogar la llamada Posición Común de los 27, que condiciona el restablecimiento del diálogo con Cuba a la democratización del país, por la oposición tajante de algunos socios, especialmente Alemania, Suecia, Polonia y la República Checa, que entienden que aún no han variado las condiciones suficientemente y quieren señales más claras de apertura.
«Cuba ha hecho innegables progresos en estos meses. Hemos pedido a nuestros colegas una señal, un cambio, en la forma en que la UE se relaciona con Cuba con el objetivo siempre de respaldar de una manera más eficaz sus procesos y sus reformas», ha dicho Trinidad Jiménez, tras el Consejo. Y el paso está dado. Ahora falta ver la evolución inmediata de La Habana en esa vía abierta.
España ha contado con el apoyo de Francia, de la presidencia belga y de la propia Ashton, que ha reconocido el trabajo realizado por el anterior ministro español, Miguel Ángel Moratinos, con el que se demuestra –dice- que Cuba está realmente comprometida.