Rafael Ripoll es Secretario de Relaciones con el Estado y con la UE de la Generalitat valenciana y Secretario de la Fundación Comunidad Valenciana Región Europea (FCVRE). En esta entrevista para euroXpress argumenta que la Unión Europea ha sabido demostrar que existe y que es capaz de poner en marcha mecanismos para hacer frente a crisis hasta ahora imprevistas.
Los líderes de los veintisiete países de la Unión Europea han acordado llevar a cabo un cambio «limitado» del Tratado de Lisboa para mejorar su reacción ante una crisis como la que ha terminado afectando a países como Grecia o Irlanda. ¿En qué consistiría esta reforma?
Rafael Ripoll- En esta posible reforma auspiciada por Francia y Alemania pero necesitada del consenso generalizado de los demás estados miembros y bajo el mandato del primer Presidente permanente de la UE, el belga Herman van Rompuy, se dan dos elementos básicos. Por un lado esta reforma se realiza con el fin de alentar e institucionalizar los sistemas de alerta de tal modo que se puedan prever situaciones como las de Grecia o Irlanda y en segundo lugar establecer un mecanismo sistemático permanente en tiempo, con una dotación financiera y con la participación, o no, del sector privado que posibilite una respuesta rápida en el caso de que exista una alerta a consecuencia de una situación financiera grave en alguno de los Estados miembros de la zona euro. Así no solo se podrá conocer la gravedad si no también aplicar este sistema permanente de forma inmediata.
eXp- Por las condiciones en las que está siendo realizada la reforma ¿supone un duro golpe e incluso un fracaso de la Unión Europea como comunidad política y entidad en si misma?
R.R.- No supone ningún fracaso, todo lo contrario. Supone corregir una carencia de lo que es la Unión monetaria y económica. Habíamos previsto un sistema que ha terminado siendo el euro, pero dentro de ese sistema no estaban analizadas ni previstas las diferentes circunstancias por las que ahora pasamos. Las reglas del juego estaban incompletas. Lo que hacemos con estas propuestas de reforma es cerrar el círculo. La Unión Europa tiene lagunas y, evidenciadas estas carencias, se pone encima de la mesa una propuesta para reformar el sistema. Gracias a estas nuevas medidas, si estas nuevas situaciones ocurren en el futuro tendrán una respuesta prevista en los nuevos Tratados.
eXp- Hace prácticamente ya tres años que la crisis económica empezó a dar signos de vida. ¿Cree que no se han trabajado bien las medidas para salir de ella en el conjunto de la Unión? ¿Llegan tarde?
R.R.- Sí. Los mecanismos de alerta no han existido y el caso griego es una evidencia tangible, por ello estas medidas y el fondo de rescate permanente. La Unión Europea sólo tiene cincuenta años para la construcción de un fenómeno histórico como es la alianza estratégica y cesión parcial de soberanía de 27 Estados miembros que hasta hace poco combatían entre si. La crisis nos permite entender que hay lagunas y situaciones que hay que mejorar cara al futuro. Europa ha demostrado con todo esto que existe, que ante el problema, en este caso económico, de un Estado miembro responde y genera un mecanismo de neutralización y compensación y es la misma Europa en su conjunto quien soluciona o pretende solucionar un problema de parte de la misma Europa. Hay una crisis pero también una solución propuesta nacida desde el seno de la Unión.
eXp- ¿Entonces podríamos decir que está la Unión Europea en su momento más complicado?
R.R.- No, para nada. El momento más complicado fue el momento anterior a su creación. Si se consiguió crear después de la II Guerra Mundial, a pesar de las heridas abiertas y del conflicto directo entre Francia y Alemania, creo que a partir de ese momento todo es posible. Se ha construido algo de lo que podemos estar muy orgullosos. En este último medio siglo ha habido crisis dentro del funcionamiento de la Unión Europea más importantes que la actual, como por ejemplo la crisis de la «silla vacía», donde hubo en algún tiempo un desgobierno importante en el entramado institucional, el intento de articular una Constitución Europea que provocó una expansión del euroescepticismo por toda la Unión y el «no francés y no holandés» a la Constitución. Recordemos que lo que está pasando en estos momentos es que una parte importante de los éxitos y los logros de la UE, como es la zona euro, tiene algunas lagunas y carencias y estamos intentando solventarlas. Pero de modo alguno pone en entredicho la necesidad, la solvencia y el éxito histórico que supone la creación de la Unión Europea. Europa está acostumbrada a crecer superando obstáculos y este es uno más.
eXp- ¿Qué papel juega Alemania en esta reforma y en Europa en general? ¿Es necesario aceptar su liderazgo para que la UE funcione?
R.R.- Es evidente que Alemania es un referente en la construcción europea, desde los inicios por esa alianza estratégica con Francia y con los países creadores de la CECA, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero. En su historia hay un punto de inflexión donde Alemania recobra una vitalidad significativa en el contexto de la Unión Europea que es a raíz de la reunificación y actualmente sigue siendo prácticamente el 20% de la renta del conjunto de los 27 estados que marcan 11.800 millones de euros de PIB, de los cuales 2.500 son del PIB de Alemania. Estamos hablando de una potencia en todos los sentidos. Alemania tendría por si sola una gran magnitud económica en proporción a la UE si no perteneciera a ella. Estando dentro de la Unión, lo que tiene que hacer Alemania, como el resto de los países, es cumplir las reglas del juego y, por tanto, los procedimientos de funcionar de manera ordenada y cohesionada.
eXp- ¿Y la economía española qué papel ocupa en el conjunto de los 27?
R.R.- España para poder parecerse a Alemania debería cambiar su modelo productivo, tenemos que fomentar la investigación y el desarrollo, aplicar la innovación en el ámbito empresarial, una apuesta más potente a las energías renovables para evitar, en cierto modo, nuestra dependencia energética y, en definitiva, debemos apostar por un modelo productivo muy distinto al que hoy constituye nuestra base sin renunciar a sectores tradicionales pero tan importantes como el turismo.
eXp- Los medios de comunicación estadounidenses no han parado de comparar el caso español con el griego o irlandés para decir que necesitaremos un rescate por parte de la U.E ¿Qué nos diferencia de países como Irlanda o Portugal?
R.R.- De entrada, España tiene una situación distinta al resto de los Estados miembros, tanto para bien como para mal. No hemos sido capaces de reconocer una crisis que a todas luces se nos hacía ver no sólo desde dentro si no también desde fuera de nuestro país. Esto ha ocasionado que no se tomen las medidas políticas que se deberían haber tomado hace ya tres años y esto ha ocasionado que tengamos un elemento diferenciador del resto de las situaciones económicas de los demás estados: la elevadísima tasa de desempleo. Con lo cual nuestra situación se diferencia de esas crisis económicas circunscritas fundamentalmente en el ámbito financiero. Se nos compara con Grecia, Irlanda y Portugal, en los dos últimos años. Esto no ha pasado de forma sistemática en el tiempo. Recordemos que hace tan solo cinco años, España lidera el cumplimiento del Plan de Estabilidad y en su día ingresa en la zona euro ante el asombro de toda Europa. Esta equiparación con las economías más complicadas es novedosa.
eXp- La ministra de Economía, Elena Salgado, ha asegurado que España no necesitará recurrir al fondo de rescate permanente de la U.E. Hay quienes comparan estas declaraciones con las de Zapatero negando la crisis en 2008 cuando defendía que España estaba en la Liga de Campeones de las economías mundiales...
R.R.- Yo lo que espero es que los datos que maneje el gobierno coincidan con la opinión manifestada por la ministra, es decir, que ellos tengan fiabilidad suficiente como para poder decir que España no va a necesitar el fondo de rescate y que no estemos ocultando, una vez más, a la opinión pública la situación que de fondo pueda existir. En cualquier caso espero que España no requiera ese rescate porque eso equivaldría a una situación de nuestro país en el mercado muy grave y, además, significaría que la economía sigue sin mejorar. Hay algún atisbo de que esto podría pasar. La ministra dijo hace aproximadamente un año que existían unos brotes verdes y después de ese año seguimos sin poder recogerlos.
eXp- Croacia, Macedonia e Islandia serán probablemente los nuevos países en formar parte de la UE ¿Es un buen momento para la ampliación de la Unión? ¿Pueden ofrecer estas adhesiones complicaciones a nivel económico o social?
Europa se ha construido gracias a la suma de voluntades y esfuerzos. Es positivo que sigamos construyendo Europa con otras piezas. No obstante, dadas las recientes y masivas incorporaciones a la Unión, entiendo que Europa necesita crecer más hacia dentro que hacia fuera en este momento. Podría haber un status intermedio con una situación prácticamente equiparable al de Estado miembro siendo un Estado asociado. Croacia es una pieza estratégica y, solventadas algunas cuestiones lógicas relativas a los derechos humanos, está en el buen camino y es un socio necesario para la UE. Respecto a Macedonia el estado es el mismo, aunque le queda por solventar alguna cuestión bilateral con Grecia. En Islandia hay una dicotomía importante tras la situación de bancarrota prácticamente del país, es el gobierno quien insta a la sociedad a incorporarse al conjunto de la Unión. Hay muchos países, que hasta ahora se mostraban distantes, piden ahora su adhesión y su ingreso precisamente buscando ese marco de estabilidad financiera, política y económica en el tiempo.
eXp- ¿Cree que Turquía llegará a ser miembro de la UE?
El caso de Turquía es el gran reto en el supuesto de una futura adhesión. Todavía estamos en un proceso embrionario, quizá sería la que más se dilatara en el tiempo. Estamos en un país que por su magnitud requiere más tiempo para llevar a cabo los cambios desde el punto de vista institucional y económico.