En Europa cada año se producen graves pérdidas de zona boscosa a causa de incendios forestales. En muchas ocasiones el país afectado no puede hacer frente por sí solo a la catástrofe y pide ayuda a otros países. El año pasado hubo nueve peticiones de ayuda al Mecanismo de Protección Civil. La región mediterránea fue la que más lo necesitó. Montenegro, Albania, Eslovenia, Bosnia-Herzegovina, Grecia, Portugal y Bulgaria, solicitaron medios aéreos para hacer frente a incendios forestales, que hicieron necesario activar en nueve ocasiones el servicio de cartografía por satélite.
La Comisión recuerda que «ningún país está a salvo», aunque el mayor riesgo de sufrir incendios forestales está en el sur de Europa, principalmente en España, Croacia, Portugal, Grecia, Italia y Francia.
El Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea es una herramienta de cooperación ante catástrofes entre 32 Estados Europeos (los países miembro de la UE, así como la Antigua República Yugoslava de Macedonia, Islandia, Liechtenstein y Noruega). Estos países comparten sus recursos y los ponen a disposición de países afectados por una catástrofe en todo el mundo. El organismo encargado de coordinar la asistencia y asegurar una ayuda eficaz y eficiente a nivel europeo es el Centro de Reacción Urgente, que la CE califica de «nudo de respuesta de emergencia». Todos los países participantes ofrecen a principios de verano un resumen de los datos recogidos a través de sus programas nacionales de incendios forestales. Así los responsables intercambian infromación sobre el grado de preparación.
A parte de Europa el mecanismo ha colaborado en catástrofes como el huracán Katrina en Estados Unidos (2005), el terremoto de Haití (2010) o el tsunami de Japón (2011).