La respuesta del Parlamento Europeo ha sido tajante: los programas de espionaje masivo vulneran derechos fundamentales. En una resolución aprobada esta semana, la Eurocámara ha pedido a la Comisión Europea que suspenda varios acuerdos de intercambio de datos con Estados Unidos y advierte de que el acuerdo comercial, todavía en negociaciones, «podría correr peligro», si no cesan las actividades de vigilancia masiva. El Parlamento es la primera institución europea que se pronuncia sobre el escándalo de espionaje masivo.
«El Parlamento Europeo ha sido la única institución de representación de los ciudadanos que ha estado a la altura», asegura Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado socialista. Tras seis meses de investigación, el Parlamento considera probado que la NSA (Agencia de Seguridad Nacional estadounidense, por sus siglas en inglés) espió las conversaciones de más de 500 millones de europeos. «Es una vergüenza que el Consejo haya guardado silencio», añadía durante el debate la eurodiputada holandesa Sophia in 't Veld, de la Alianza de los Demócratas y Liberales de Europa.
En las más de 70 páginas del informe, la Eurocámara hace un llamamiento a la Comisión para suspender «de manera inmediata» el acuerdo TFT, que regula las transferencias de datos bancarios con Washington, y el acuerdo de puerto seguro (Safe Harbor en inglés) que establece unos estándares de privacidad voluntarios para las empresas que envíen datos de ciudadanos europeos a Estados Unidos. «Quizá el puerto seguro no sea tan seguro», ha lamentado la Comisaria de Justicia Viviane Reding, que pide a Estados Unidos «un compromiso vinculante con garantías suficientes».
El Swift, objeto de conflicto
Uno de los puntos más polémicos del informe ha sido la petición del Europarlamento de suspender el Programa de Rastreo del Terrorismo, más conocido como SWIFTT, hasta que las autoridades estadounidenses aclaren si, tal como se ha denunciado, accedieron a esos datos sin respetar las condiciones acordadas. De hecho, para la delegación española del Grupo Popular Europeo, ésta era una línea roja infranqueable, y finalmente, se abstuvieron en la votación del informe. «La cooperación entre servicios de Inteligencia debe estar limitada al terrorismo y la lucha contra el crimen organizado», advertía el eurodiputado popular José Ignacio Salafranca. Los conservadores británicos daban un paso más, votando en contra de la resolución. «No vamos a apoyar informes que busquen la suspensión de importantes acuerdos contra el terrorismo», aseguraba Timothy Kirkhope, del Partido Conservador británico.
«Lo más duro es que el espionaje masivo no tiene nada que ver con el terrorismo» insistía el socialista López Aguilar desde la bancada opuesta, que no duda en apuntar al espionaje económico e industrial como el principal objetivo de estas prácticas. «Se han almacenado de manera indiscriminada y masiva informaciones de europeos que no son una amenaza», insiste.
En la resolución, el Europarlamento también habla de la necesidad de crear un programa europeo para la protección de denunciantes y hace un llamamiento a los estados miembros para que estudien la posibilidad de ofrecer «protección internacional» a los denunciantes. Según López Aguilar habría que trabajar para «conseguir un marco de seguridad para los que cooperan con la justicia», y apunta a la posibilidad de crear un programa similar al de protección de testigos. La Eurocámara pide además a los 28 que revisen sus legislaciones y prácticas nacionales.
La opinión del Consejo
Aunque la resolución se aprobó por 544 votos y con sólo 78 en contra, algunas recomendaciones, como las que implican la suspensión de acuerdos con Estados Unidos tendrán que ser todavía examinadas por el Consejo, que ya ha advertido que Washington es uno de sus socios más estrechos. Fuentes del Consejo recuerdan además que el país tiene soberanía para vigilar su seguridad. Pese a todo el ponente del informe, el británico Claude Moraes, se mostraba satisfecho: «Hemos logrado una gran mayoría conservando prácticamente la integridad del texto».
El Parlamento Europeo ha llevado a cabo una investigación exhaustiva sobre las prácticas de espionaje masivo a europeos por parte de la NSA. Para ello ha mantenido más de 16 encuentros con representantes empresariales, periodistas y expertos en la materia, incluyendo un cuestionario que Edward Snowden ha respondido por escrito. Todas las fuentes consultadas consideran, sin lugar a dudas, que las revelaciones de Snowden eran ciertas.