En Zaragoza se celebran los llamados TEN-T Days, o la puesta al día del proyecto de crear una red transeuropea de transporte. Se revisan métodos de trabajo, se presentan los escasos progresos obtenidos y se firman tres memorándum para crear otros tantos ejes ferroviarios: uno en el Báltico, otro que enlazaría el Este y el Oeste de Europa y uno más que uniría la península ibérica con Francia. Es una forma de mantener el compromiso en tiempos de crisis.
La UE tiene cinco millones de kilómetros de carreteras, 215.000 kilómetros de vías ferroviarias y 41.000 kilómetros de vías fluviales navegables. Mejor dicho, no es la UE, sino sus 27 Estados miembros, porque lo que falta en Europa es precisamente una visión europea de las comunicaciones terrestres o fluviales.
En 2006 se creó la Red de Transporte Transeuropeo, TEN-T, en sus siglas en inglés, para reparar esa carencia y con el objetivo de que la Red jugara un papel esencial en la creación de vínculos entre los 27, evitara los actuales cuellos de botella en el transporte y formara una conexión intermodal por tierra, mar y aire en los transportes europeos.
Sobre el papel, nadie puso objeciones. Al contrario, hubo unanimidad en considerar ese objetivo prioritario, pero nadie habló de financiación, sólo de buenos propósitos. Y en ésas llegó la crisis económica y el macroproyecto quedó en declaración de intenciones. Hay 30 proyectos considerados prioritarios que no se terminarán hasta 2015 o 2020 según la Comisión.
Este martes, en Zaragoza, el vicepresidente de la Comisión, responsable de Transportes, ha dicho que «la ejecución y funcionamiento efectivos de los proyectos prioritarios de las redes de transporte transeuropea son esenciales para la mejora de la libre circulación de los ciudadanos de la UE, la cohesión territorial de la Unión y el mercado interior. Si deseamos mantener y ampliar estas ventajas, tenemos que seguir considerando prioritarios estos proyectos en la agenda política y consagrar la coordinación entre los Estados miembros y la Comisión mediante declaraciones oficiales.»
El tren, de Norte a Sur y de Este a Oeste
Y eso es lo que se ha hecho, firmar tres memorándum por los que la UE se compromete a ejecutar tres ejes ferroviarios de forma rápida y eficaz, sin fijar plazos ni forma de financiarlos. Uno de ellos es la línea de alta velocidad que uniría Portugal, España y Francia, proyecto que se considera vital por la diferencia de ancho de vías y las barreras naturales. El segundo es la línea ferroviaria transversal para enlazar Lyon, en Francia, con Budapest, en Hungría. Y otro más para conectar a los países bálticos entre sí y con Escandinavia y Polonia.
«La consolidación de una auténtica red europea de transporte que contribuya a mejorar la competitividad económica, la cohesión territorial y el respeto al medio ambiente es el principal desafío que tiene que afrontar la UE durante los próximos años en esa materia», ha dicho el ministro de Fomento, José Blanco, que ha firmado el memorándum por parte española.
Paralelamente, la Comisión ha nombrado a tres coordinadores, que serán responsables de los proyectos prioritarios del transporte europeo. Son Pat Cox, ex presidente del Parlamento europeo; Gilles Savary, ex eurodiputado; y Péter Balázs, ex ministro húngaro de Asuntos Exteriores. Así son ya nueve coordinadores los que trabajan en once proyectos que se consideran prioritarios.
En Zaragoza, la Comisión dará a conocer una revisión en la metodología de trabajo de la Red de Transporte , se estudiará su integración en la estrategia 2020y se conocerán los avances que se han realizado en los proyectos que la UE mantiene abiertos en este campo. euroXpress