«Den una oportunidad al crecimiento. No vayan a por la austeridad». Era la petición del secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES), John Monks, al comienzo de la multitudinaria manifestación que ha recorrido este miércoles las calles de Bruselas, con trabajadores de toda Europa.
La CES rechaza los planes de ajuste implantados en los 27, e impulsados desde las instituciones europeas, por considerar que la reducción de gasto público está repercutiendo muy negativamente en el empleo y en las políticas sociales. Los sindicatos europeos reconocen que los estados de la UE tienen desafíos que superar, pero piden que se tomen su tiempo para reducir el déficit. «No hay urgencia, que no cunda el pánico», ha dicho Monks.
La CES, con el apoyo de organizaciones sindicales de 30 países, esperaba reunir a cien mil trabajadores de países de Europa en esta marcha y, según algún medios la cifra se ha conseguido, aunque otros la rebajan a la mitad. En cualquier caso, la CES considera que es una muestra del descontento de los trabajadores con los planes de Bruselas y de los 27.
Precisamente hoy la Comisión europea presentaba sus propuestas para reforzar el gobierno económico común de la UE con sanciones para los países incumplidores del déficit público. Monks ha calificado de «locura» esos planes porque actualmente sólo Suecia y Estonia se librarían de las multas.
El secretario general de la CES ha apoyado la huelga general en España y ha dicho que, después del griego, el plan de ajuste español «es probablemente el peor de toda la UE. España tienes grandes problemas, pero ésta no es la forma adecuada de hacer las cosas.»
Los dirigentes sindicales han entregado sus propuestas de mayor creación de empleo al presidente de la Comisión europea y al presidente en ejercicio de la UE. Hoy Barroso, cuando anunciaba los castigos para los países que incumplan el Pacto de Estabilidad, ha dicho: «Las protestas de los trabajadores en toda Europa de hoy nos recuerdan que no debemos dejar atrás a aquellos que más lo necesitan. Los servicios públicos esenciales deben ser protegidos. Y eso es lo que estamos haciendo». euroXpress