Italia se ha ido creciendo en esta Euro2012 a medida que ha ido superando pruebas difíciles y ha llegado al estadio nacional de Varsovia sin miedo a la poderosa Alemania que, a priori, tenía todas las papeletas para estar el domingo en la final de Kiev.
Las cosas, sin embargo, empezaron según el guión previsto, es decir, con una Alemania técnica y eficaz y una Italia un tanto dispersa. Los de Joachim Löw quisieron pronto imponer su firma y estuvieron a punto de hacerlo con un remate de Hummels, tras un córner, que deshizo Pirlo cuando la pelota ya se colaba.
El susto inicial revolvió a los italianos, que empezaron a controlar el juego, aunque con menos determinación y fuerza que los alemanes, con Khedira como jefe de filas. En un momento de esa partida que se presentaba cuesta arriba para «la azzurra», apareció la magia de Balotelli, recogiendo un pase de Cassano, para marcar con un espectacular cabezazo.
Aún confiados los alemanes, quince minutos después reapareció el delantero del Manchester City para sentenciar el partido. Un pase de Montolivo dejó a Balotelli solo frente a la portería de Neuer y un disparo seco se convirtió en un auténtico golazo.
En la segunda parte, Löw prescindió de Mario Gomez y Lukas Podolski y sacó a Marco Reus y Klose, pero nada cambió en una selección alemana, incapaz de reaccionar ante la solvencia con la que Italia repelía sus ataques y conseguía mantener la presión sin dejarse convencer por la ventaja del 2-0. No fue sufiente la valiente acción de Özil y Khedira durante todo el encuentro.
La consolación alemana llegó en el tiempo de descuento. Una mano involuntaria de Balzaretti suponía un penalti que transformó Özil. Se aceleró Alemania entonces para buscar el empate en el último minuto, pero ya era inútil. Italia luchará por la Copa de Europa contra España el próximo domingo. Son los dos últimos campeones del mundo, Italia en 2006 y España en 2010.