Había dos antecedentes en la cabeza de los jugadores checos cuando salieron al campo: el 4-1 que les endosó Rusia en el primer partido y la Eurocopa de Portugal, en 2004, cuando los griegos los derrotaron en semifinales. Eso significaba ansia de goles y cumplieron nada más empezar el partido. En seis minutos, la República Checa había dejado el partido sentenciado.
Primero fue un tiro de Jiracek que Chalkias intento desviar sin fortuna y fue a la portería griega. Era el minuto 3 y los griegos no habían tenido tiempo de asimilar al rival. Sin tiempo para reaccionar, Pilar marcaba el segundo gol para Chequia en el minuto 6.
Lejos de descomponerse, los griegos se creyeron que eso era solo el principio y fueron evolucionando en el ataque, a falta de los dos centrales, Papastathopoulos por doble amonestación y Papadopoulos, por lesión. Pero los checos propusieron una buena defensa y además acertaban en las incursiones en el área contraria creando situaciones de peligro.En la igualada primera parte, hubo un susto, cuando un gol griego en fuera de juego olía a remontada.
Al volver al terreno de juego, sin el checo Rosicky en el campo, los griegos consiguieron el control del balón, evitaron alguna jugada arriesgada de los checos y en el minuto 53 marcaron su primer y único tanto gracias, sobre todo, a un muy evidente error del meta Cech al intentar despejar.
Siguieron los griegos dando todo de sí hasta el final con vanas intenciones de llegar al empate pero el pitido final les sorprendió todavía en el intento. El resultado abre expectativas para selección checa y deja a la griega con un punto.