Una primera parte insulsa, mediocre y con poco fútbol, en la que ninguna de las dos selecciones parecían capacitadas para poner en apuros el marco rival transcurrió sin pena ni gloria para dos equipos que llegaban a esta Eurocopa con el galardón de «grandes».
La selección inglesa se limitó a defender de manera muy ordenada en los primeros compases del encuentro, poniendo todos sus sentidos en no cometer errores en defensa, lo que hizo que se prodigara poco en ataque. Poco a poco los ingleses se fueron desquitando de la presión inicial y empezaron a creerse que eran capaces de cambiar el sino del partido, por lo que comenzaron a dejarse ver por las inmediaciones de Lloris. Milner dio el primer susto a Francia regateando al portero galo, pero su disparo salió desviado, metiendo el miedo en el cuerpo a toda una selección francesa, que reaccionó con un disparo a media distancia de Cabaye muy colocado, que a punto estuvo de ser gol.
En plena efervescencia inglesa y frente a una selección francesa noqueada, los ingleses supieron aprovechar una de sus ocasiones para ponerse por delante en el marcador en el minuto 30, con un gol de cabeza de Lescott muy bien servido por el sensacional jugador del Liverpool, Gerrard.
Por debajo en el marcador, Francia sabía que tenía que cambiar la dinámica del encuentro y le entraron las prisas. A pesar de las imprecisiones, este cambio de actitud le vino muy bien a la selección «bleu», que le dio un punto de velocidad a su juego, muy necesario para que se produjera la reacción esperada. Se sucedieron las ocasiones de gol por parte de los franceses, hasta que el acoso trajo sus frutos en el minuto 39, con un disparo de Nasri a lo que nada pudo hacer el meta inglés Hart.
Con el 1-1 terminó el encuentro, que tuvo una segunda mitad en la que nadie quería arriesgar más de la cuenta, en la que los franceses dominaban pero sin crear claras ocasiones de gol, y en la que los ingleses se limitaban a defender y parecían dar por bueno este punto frente a una potente selección francesa.
Las valoraciones de los técnicos por el resultado han sido diferentes. Mientras el francés Laurent Blanc decía sentir una mezcla de sensaciones: «estoy satisfecho por no haber perdido el partido, pero decepcionado por no haber ganado», el inglés Hodgson se conformaba con el empate porque asegura que «nos da una buena plataforma» para avanzar en la Eurocopa. Uno de sus jugadores, Scott Parker, fue más explícito: «Yo habría firmado por conseguir un punto antes del partido».
Con este empate entre las dos selecciones más fuertes del grupo D, no hay nada dicho todavía en este grupo, donde cualquier cosa puede pasar y donde ser favorita no es sinónimo de victoria segura.