Desde el primer minuto del partido, España ha controlado el balón. La estrategia francesa de dejar hacer para buscar el contraataque no les dio resultado y se sucedían los acercamientos españoles a la meta de Lloris, aunque las jugadas quedaban por concluir. En ésas, un espléndido Jordi Alba centra para que un oportuno Xabi Alonso marcara con un soberbio cabezazo, con el que además celebraba sus cien partidos con la Roja.
El gol no pareció inquietar a los franceses, que seguían sin arriesgar más allá de las incursiones de Benzema y Ribéry que, eso sí, estaban en todas partes. Pero España mantuvo el control del balón, lo recuperaba una y otra vez y se mantenía al ataque, con dos intentos de Iniesta sin fortuna. Solo crearon peligro con una falta de Cabaye que salvó, como siempre, Casillas.
Se llegó al descanso con Francia fuera de la Eurocopa y, sin embargo, el banquillo galo no se movió al comenzar la segunda parte, en la que los de Laurent Blanc mejoraron su juego. El dúo Ribéry-Benzema logró que el juego se trasladara a la portería española. Era un espejismo francés porque el partido entró en una monotonía que favorecía los intereses españoles.
El letargo se rompió con Nasri y Ménez, por parte francesa, y Pedro y Torres, por parte española, en el campo. Espectacular Pedro, apagado Torres, el juego se aceleró un rato, pero se echaba de menos un poco de agresividad en los españoles y un mucho, en los franceses, a pesar de que todo el equipo se había volcado para entonces en el ataque.
Del Bosque cambió a Iniesta por Cazorla y el partido ganó velocidad. Pero se acusaba el cansancio en los dos conjuntos cuando se cumplieron los 90 minutos. En el tiempo de descuento, Pedro forzó un penalti que transformó Alonso para sentenciar la despedida francesa de la Eurocopa.
España puede estar satisfecha de, a pesar de no haber hecho un magnífico partido, haber podido con el peso de la historia ante Francia. Xabi resumió la labor española con tino: «A estas alturas, todos los partidos son de vida o muerte. Sin muchas ocasiones, ha estado todo controlado». La próxima prueba de fuego, ante Portugal, en semifinales.