Grecia ha decidido dar un paso más en su apuesta por cambiar las políticas europeas: renegociar la deuda, deshacer reformas estructurales ya implementadas y ganar margen fiscal. La izquierda radical Syriza, al mando del país desde finales de enero, ha repetido su discurso, esta vez, en el corazón político de Alemania, Berlín, donde este jueves se han reunido el ministro de Finanzas heleno, Yanis Varufakis, y su homólogo germano, Wolgang Schäuble.
La esperada visita del primer ministro griego Alexis Tsipras a Bruselas ha sido fugaz, su apretada agenda también tenía marcada París. A primer hora de la mañana, el mandatario heleno se ha reunido con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, sonriente y dispuesto a vender su plan de bonos de crecimiento para ayudar a Grecia.
El Gobierno griego ha comenzado una ronda de negociaciones para convencer a los líderes europeos de que es necesario un nuevo acuerdo sobre la deuda. Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, podría estar dispuesto a desmantelar la troika y encontrar una alternativa con más respaldo legislativo.
Grecia no va a seguir negociando con la 'troika', lo hará por separado con cada una de las instituciones que la constituyen: la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional. Así se lo ha hecho saber en Atenas el ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis al director del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem.