WikiLeaks ha comenzado este martes una colecta para reunir 100.000 euros que ofrecerá como recompensa a quien le facilite cualquier filtración privilegiada sobre el acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos y la Unión Europea (TTIP). Pocas horas después de anunciar la colecta ya había alcanzado el 20% por ciento de su objetivo.
Grecia se ha hartado del yugo de Europa. Ni el corralito, ni la incertidumbre sobre su futuro incierto, ni la debacle que la Unión Europea auguraba si el 'No' ganaba en el referéndum, ni el hipotético rechazo de los estados miembros de la UE, han conseguido hacer mella en el espíritu democrático de un 61,31% de los electores griegos, que el domingo echó a andar hacia las urnas con un brillo en los ojos que la mayoría de electores europeos hemos perdido.
El resultado del referendum de ayer no puede estar más claro. Una aplastante mayoría de ciudadanos griegos ha rechazado la propuesta de aceptar más políticas de austeridad si no se debate la sostenibilidad de su deuda a largo plazo. Pero ¿propicia esto el llegar a un posible acuerdo? No lo creo, pero al estar agotándose el tiempo rápidamente, al menos se ha forzado la toma de decisiones en los próximos días.
«Necesitamos un discurso esperanzador. ¿Quién debe dárnoslo? Alemania». El ministro de Finanzas griego ha regresado a Berlín para reforzar su propuesta de remar juntos hacia una Europa diferente. Tras reunirse con su homólogo alemán, Wolfgang Schäuble, en una cita que ha calificado de «productiva» y «amigable», Yanis Varoufakis ha sido recibido como la estrella principal de una conferencia organizada por la Fundación Hans-Böckler.
Una falacia común permea en la cobertura informativa de la prensa mundial sobre las negociaciones entre el gobierno griego y sus acreedores. La falacia, que se ilustra en un comentario reciente de Philip Stephens del diario Financial Times, es que «Atenas no logra o no quiere –o las dos– poner en marcha un programa de reforma económica.»
El ministro de Finanzas griego niega estar fuera del equipo que negocia con la Unión Europea, en una entrevista a la versión online del periódico alemán Die Zeit. Afirma además que las propuestas helenas no han sido realmente discutidas y que tampoco han recibido alternativas.
El tiempo se acaba para Grecia, dice el Eurogrupo. Los ministros de la zona euro se muestran «exasperados» por el poco progreso que se ha hecho hasta ahora en la lista de reformas del gobierno heleno. «El tiempo se acaba, es hora de empezar a acelerar el trabajo», ha declarado el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, reunido con los titulares de finanzas en Riga.