Los ministros de Exteriores de la Unión Europea han decidido este lunes prolongar seis meses, hasta finales de enero de 2016, las sanciones económicas contra Rusia por su papel en el conflicto de Ucrania.
En la reunión que los dos mandatarios, ruso y griego, han celebrado este miércoles en Moscú no se ha hablado de dinero aunque sí de algo muy importante: el gas. Rusia quiere que Grecia se incorpore al proyecto Turk Stream, un gasoducto que llevaría el gas ruso hasta Italia, Balcanes y Europa Central sin pasar por Ucrania que dejaría cientos de millones de euros en Grecia en concepto de impuestos de tránsito.
Reviso de nuevo unas pocas referencias a la prensa y los medios moscovitas. La nueva guerra fría empieza a producir sus brotes literarios propios, con aparente imaginación. Y no puedo evitar aquí recordar la conclusión de mi entrada previa en Periodistas-es: «No será fácil creer lo que se vaya publicando sobre el asesinato de Boris Emtsov. Las intoxicaciones pueden llegar a ser múltiples; hasta opuestas entre sí e increíblemente creativas»...
«La oposición no tiene mucha influencia en la opinión pública de Rusia», confesó Boris Efimovich Nemtsov, en su última entrevista. Estaba ante un micrófono en la emisora Eco de Moscú (Ekho Moskvy), apenas tres horas antes de ser asesinado junto al Kremlin. En ese diálogo radiofónico, sus interlocutores y los oyentes tuvieron la impresión de que tenía prisa por reafirmar su discurso, antes de la manifestación prevista el domingo 1 de marzo. Impaciente por reafirmar sus ideas. Dicen que apenas dejó hablar a sus entrevistadores.
En el juego diplomático y de la geopolítica, se puede ganar o ceder; pero nunca conviene dar la impresión de que se busca la humillación del otro. La historia prueba lo peligroso que es. Y justificada o injustificadamente, eso es lo que parece percibir Vladimir Putin ante un Occidente que lo culpa (al cien por cien) del conflicto que desgarra Ucrania y Europa. Vale la pena reflexionar sobre ello a la hora de la iniciativa Merkel-Hollande.
El presidente de Francia y la canciller alemana encabezan una maratón diplomática con el objetivo de que las conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia lleguen este miércoles a buen puerto. La Unión Europea redobla sus esfuerzos diplomáticos estos días, mientras en la frontera con Rusia continúan los combates. Tan solo 24 horas antes de la reunión prevista en Minsk, Bielorrusia, Vladimir Putin lanzaba un nuevo envite y desplegaba 2.600 soldados rusos en la frontera con Ucrania.