La creación de la Autoridad Bancaria Europea (ABE) constituye un paso importante para responder a la crisis financiera, pero se mantienen las deficiencias en materia de control de las actividades de los bancos a nivel trasnacional, en la evaluación de la resistencia de los bancos de la UE y el fomento de la protección de los consumidores. Así lo revela el informe del Tribunal de Cuentas Europeo presentado hoy en Bruselas.
El Tribunal de Cuentas Europeo ha detectado más errores en la auditoría de las cuentas de 2012 que en el año anterior, no son muchos ni muy diferentes pero significa que no se corrigen. Los errores detectados en el último presupuesto son por un total de 7.000 millones de euros que, según dice el presidente del TCE, Vitor Caldeira, le habrían venido muy bien a los europeos que tendrán que devolverlos.
El Tribunal de Cuentas Europeo ha advertido que los Estados miembros usan de forma «poco eficiente» los fondos de ayuda comunitarios destinados a diversificar la economía rural. Para los auditores, las ayudas solo han logrado una optimización limitada del uso de los recursos y no se ha realizado una adecuada evaluación de los proyectos.