Una mujer es detenida en un puesto de control, donde da a luz y muere. Otra es vendida en un mercado de esclavos. Un tanque mata a un niño. Un joven se ahoga en el mar, en el intento de encontrar refugio de la opresión y la pobreza. Estos fueron algunos de los ejemplos que la jordana Rima Khalaf, en la ONU durante una mesa redonda sobre la importancia del estado de derecho.
Cada día recibimos datos sorprendentes, que deberían crear alboroto y desencadenar acciones. En cambio, la vida transcurre como si esos datos nada tuviesen que ver con nuestras vidas.
Un buen ejemplo es el cambio climático. Bien sabemos que se nos está acabando el tiempo. Es nada menos que nuestro planeta lo que está en juego. Pero algunas grandes compañías energéticas son capaces de escabullirse, en medio del silencio ensordecedor de la humanidad.
Sully Fuentes Ciocca
En cuestiones de valores y poder todo ha cambiado de manera alarmante. O mejor dicho lo que ha cambiado es la forma y la rapidez con que llegan los datos de abuso de poder en esferas impensables, sobornos a diestra y siniestra, «corruptela descarada y enmascarada» porque muchos lo siguen haciendo... porque «así se ha hecho siempre».Ni pequeño ni grande. Ni del Sur ni del Norte. Ni 'en vías de desarrollo' ni 'desarrollado'. Ni periférico ni central. Ningún país sale bien parado del informe sobre la corrupción que acaba de presentar la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Aunque también entre corruptos hay categorías: las empresas con más de 250 empleados son las que más sobornan, por regla general, con el consentimiento de sus directivos.
Mientras cobra impulso una importante campaña mundial para reducir la evasión fiscal, los activistas contra la indigencia sostienen que la iniciativa pasa por alto a los estados más pobres. El 29 de octubre, 51 países de cuatro continentes acordaron intercambiar sistemáticamente información tributaria para 2017, con el objetivo de permitir a las autoridades registrar de inmediato cualquier desigualdad.
Los países en desarrollo pueden perder más de un billón de dólares cada año, procedentes de delitos y corrupción. Este flujo ilegal va en rápido aumento y ya es 10 veces mayor que el monto total de ayuda extranjera que estas naciones reciben. Entre 2002 y 2011, los gobiernos del mundo en desarrollo dejaron de percibir casi seis billones de dólares.
Sólo Siria, que atraviesa una cruenta guerra civil, tiene una mayor percepción de la corrupción de su país. Es una de las principales revelaciones del informe que acaba de publicar la ONG alemana Transparencia Internacional (IT).