Por fin el autoritario gobierno de Uzbekistán ha cedido a reiteradas presiones y ha decidido permitir que una misión internacional compruebe si existe trabajo infantil en la cosecha del algodón. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha confirmado que enviará una misión para revisar las cosechas algodoneras uzbekas, que comenzaron a mediados de este mes.
La Campaña «Ropa Limpia» busca entre las ruinas del edificio Rana Plaza de Savar, un suburbio de Dacca, pruebas que demuestren que las empresas de prendas de vestir occidentales, trabajaban en uno de los cinco talleres derrumbados. Es la única manera de pedir indemnizaciones para los familiares de las víctimas y los trabajadores heridos.
Bangladesh, un grito por la seguridad laboral