Por Francisco R. Pastoriza
Resulta realmente sorprendente la capacidad de la marca Beatles para generar negocio a más de 40 años de su desaparición física como grupo. Y más aún que cada navidad se sigan comercializando sus productos desde varias plataformas de la industria cultural. Hace dos años publicaba un artículo «Sin Beatles no hay navidad», donde recordaba la presencia de los Fab Four durante estas fechas, con nuevas producciones o antiguas creaciones remodeladas, sobre todo audiovisuales y literarias. Pero lo que más sorprende, si cabe, es que esta tendencia, en vez de ir apagándose con el tiempo, vaya creciendo.