Hace menos de dos años, conocí en Budapest a Balázs Nagy Navarro, quien hasta su despido fue jefe de información internacional en la radiotelevisión pública de Hungría (MTVA). Desde hace casi 900 días, Nagy y otros colegas mantienen una protesta frente a la sede de la MTVA.
Aquel despido, como otros centenares, tuvieron que ver con protestas por las manipulaciones informativas propiciadas por FIDESZ, el partido derechista del primer ministro Viktor Orban (quien acaba de renovar su mayoría parlamentaria), también con las críticas a las reformas constitucionales autoritarias impuestas por Orban.