Los países bálticos están preocupados por la cada vez mayor actividad de aviones militares rusos en su espacio aéreo. Tras 50 años bajo ocupación soviética no se fían de las aspiraciones expansionistas rusas espoleadas por la ocupación en Ucrania. Según declaraciones de Denis Pushilin, portavoz delos separatistas prorrusos, «el ejército ha comenzado a retirar unidades de artillería con calibre mayor a 100 milímetros en el sur de Donetsk».
En Moscú, no sé si la nueva guerra fría se deja entrever, pero no parece demasiado visible. Incluso el frío meteorológico es menor que ayer este sábado 22 de noviembre. Y al anochecer, las calles me parecen mejor iluminadas que en el pasado. Tampoco percibo la pobreza que era patente a primera vista hace años. En la pantalla de un televisor cualquiera, escenas de soldados en el este de Ucrania que nos recuerdan que allí el alto el fuego es más bien retórico. Constato unos precios que parecen menos terribles que hace seis o siete años: el rublo se ha devaluado.
Se reanudan las negociaciones para un acuerdo definitivo entre las potencias mundiales e Irán sobre su programa nuclear, A los estadounidenses no les preocupa, mientras que para muchos iraníes representan la promesa de un futuro mejor.
Los ministros de Exteriores de la UE han pedido a la Comisión Europea y al Servicio Exterior que preparen una propuesta sobre futuras sanciones a personas que hayan colaborado o ayudado a las regiones «separatistas» de Ucrania, una decisión que se comunicará a finales de mes. No obstante, se descartan medidas contra Rusia. También se ha abordado el proceso de paz en Oriente Medio, así como el plan de acción para una futuro liberalización de visados con Georgia .
El alto el fuego es cada vez más frágil en el Este de Ucrania. El aeropuerto de Donetsk ha vuelto a convertirse, en los últimos días, en un campo de batalla donde los disparos y las bombas resuenan sin cesar. Desde que se aprobó el alto el fuego 400 personar han perdido la vida en un conflicto que nunca llegó a apagarse. Las incursiones de las tropas prorrusas detectadas en los últimos días por los organismos internacionales amenazan con un recrudecimiento inminente de la violencia.
El fantasma de la Guerra Fría está cada vez más cerca. El ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, acaba de anunciar que, en un contexto de máximo distanciamiento de su país con Europa y EEUU, va a reanudar los vuelos estratégicos de larga distancia de cazabombarderos con capacidad nuclear por el cielo de la costa este de América Latina.