El Comisario de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muižnieks, se muestra preocupado por «la persistencia de formas de discriminación, el racismo y la xenofobia, la forma de tratar a los migrantes, las restricciones a la libertad de expresión y la ineficacia de los sistemas judiciales nacionales». Para Muižnieks «las persistentes medidas de austeridad han socavado los logros de derechos económicos y sociales obtenidos tras la post-guerra».
Un campamento en mitad de la plaza del Parlamento Europeo recuerda que decenas de miles de gitanos en la UE viven sin agua caliente, sin cuartos de baño, sometidos continuamente a desalojos forzosos, sin acceso a un empleo, con deficientes sistemas de salud y sufriendo violencia y odio racista. Los gitanos piden en Bruselas el fin de la discriminación y que se apliquen verdaderas políticas de inclusión social.