Me crié en Hickory Hill, el hogar de mi familia en Virginia, donde a menudo nos visitaban veteranos de la fallida invasión de la Bahía de Cochinos. Mi padre, Robert F. Kennedy, que admiraba el valor de esos excombatientes y sentía una culpa abrumadora por haber puesto a los cubanos en peligro durante esa invasión mal planificada, asumió en persona la responsabilidad de encontrarles casa y trabajo, e incluso facilitó la incorporación de muchos de ellos a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
Las negociaciones secretas entre J. F. Kennedy y Fidel Castro Tenemos tanto que aprender de CubaPor Robert F. Kennedy Jr
El día del asesinato del presidente John F. Kennedy (JFK), el 22 de noviembre de 1963, uno de sus emisarios mantuvo una reunión secreta con el líder cubano Fidel Castro en la playa de Varadero, en Cuba, para discutir las condiciones que pondrían fin al embargo de Estados Unidos contra la isla y comenzarían el proceso de distensión entre ambos países. Eso fue hace más de 50 años y ahora, por fin, el presidente estadounidense Barack Obama ha retomado el proceso de convertir el sueño de JFK en realidad mediante el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba.El 17 de diciembre, el presidente estadounidense Barack Obama anunció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba, después de más de cinco décadas de una política equivocada que mi tío, John F. Kennedy, y mi padre, Robert F. Kennedy, fueron responsables de aplicar después de que el gobierno de Dwight D. Eisenhower (1953-1961) implementara el embargo contra la isla por primera vez en octubre de 1960.