Denis Mukwege, ginecólogo congoleño galardonado con el Premio Sájarov 2014, ha dicho en el Parlamento Europeo que «He recibido correos y llamadas amenazadoras en el hospital después de que se me concediera el Premio Sájarov» y ha explicado que «es duro, pero debo seguir porque niños y mujeres son violados con total impunidad en mí país, la República Democrática del Congo, donde también se viola el derecho a la libertad de expresión, circulación e información».
El médico congoleño, Denis Mukgewe, ha llegado hoy a Bruselas para abordar de nuevo la delicada situación que atraviesa el país, donde las violaciones a mujeres y niños se ha utilizado como una arma de guerra más. La presidenta de la comisión de Derechos Humanos de la Eurocámara, Elena Valenciano, ha denunciado que desde que el cirujano recibiera el premio Sájarov el pasado noviembre ha sufrido un aumento de amenazas y presiones.
Un sofá sobre un escenario invita a la tertulia. El objetivo de la reunión es comentar el premio Sajarov 2014, que ha sido para el ginecólogo congoleño Denis Mukwege. Sin embargo los contertulios terminan por abordar un tema más amplio: la situación de las mujeres en África. Coinciden en que ellas son uno de los colectivos más vulnerables en las guerras que asolan al continente.
La República Democrática del Congo aún tiene muy presente la Guerra Civil que sacudió al país desde 1998 a 2003. Los conflictos aislados, sin embargo, se han sucedido y la violencia contra las mujeres se ha convertido en arma de guerra más. Durante su carrera, el médico ginecólogo, Denis Mukwege, ha luchado para ayudar a niñas y mujeres, víctimas de la violencia sexual. La Eurocámara premia su labor con el premio Sakharov 2014.
Análisis de Amantha Perera
Rangún, (IPS) - El birmano Uhla Min vive desde hace un cuarto de siglo bajo el hechizo de «La Dama», popular apodo con el que se conoce a la líder prodemocrática Aung San Suu Kyi, premio Nobel de la Paz. Su vínculo con ella y con su partido, la Liga Nacional por la Democracia (LND), se remonta a fines de los años 80, cuando Suu Kyi lanzó una campaña para librar a Birmania del régimen militar.Aquella mañana de Junio de 1990 se respiraba un aire diferente en Estrasburgo. Yo me atrevería a decir que incluso una luz especial iluminaba aquella tierra alsaciana que fue testigo de las guerras mundiales más sangrientas ocasionadas por hombres que creyéndose dioses condenaron al exterminio a quienes consideraron seres inferiores.
Mandela, el preso que liberó al pueblo