Oscar Wilde once said. «If there is one thing worse than being talked about it is not being talked about.» Donald Trump certainly seems to have taken his advice to heart in the US election campaign with his extreme views on immigration and terrorism, which many politicians tend to avoid by being politically correct.
Crecer en medio de la pobreza puede tener repercusiones durante el resto de la vida. La pobreza infantil es una realidad cotidiana en los Estados de la Unión Europea (UE), en los que se calcula que más de la cuarta parte de los niños viven amenazados por la pobreza y la exclusión social. Los eurodiputados han aprobado por abrumadora mayoría una resolución que pide a los países de la UE que redoblen sus esfuerzos para combatir la pobreza infantil y las desigualdades sociales.
Una gran mayoría de las niñas de Sudán del Sur habrá sido víctima de al menos una forma de violencia de género en sus vidas, pero las oriundas del estado de Ecuatoria Oriental padecen una práctica particularmente aborrecible, tradicional en al menos cinco de las 12 tribus locales: su entrega en «indemnización por la sangre derramada».
El informe anual de la organización internacional Save the Children, titulado «El Estado de las Madres del Mundo 2015», estudia a 179 países y llega a la conclusión de que, en el caso de «los bebés nacidos en la gran ciudad, sobreviven los más ricos».
Una frase resume el panorama de Europa en los últimos años: «Enormes niveles de desempleo y un claro aumento de los indicadores de pobreza y exclusión social». Así lo resume el informe de Cáritas Europa 'El aumento de la pobreza y las desigualdades', presentado recientemente en Lisboa. Y si hay un país donde esa frase lapidaria cobre su sentido máximo es en Portugal.
El volumen de la ayuda oficial al desarrollo se mantuvo estable en 2014, tras alcanzar su máximo histórico en 2013, pero la asistencia a los países más pobres siguió en descenso, según las últimas cifras publicadas este miércoles por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Teniendo en cuenta la difícil coyuntura económica en la que se encuentra la UE el Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha elaborado un dictamen sobre «Renta mínima europea e indicadores de pobreza». El CESE subraya la «acuciante necesidad» de que la UE garantice una renta mínima adecuada dirigida a combatir la pobreza y a facilitar la inclusión en el mercado de trabajo.