Tras años con el cartel de 'en venta', el Gobierno portugués acaba de cerrar la privatización de TAP, la aerolínea de bandera lusa, la última de Europa con capital completamente público. 354 millones de euros mediante para que el consorcio Gateway controle el 61 por ciento de la compañía aérea (los trabajadores se han quedado otro 5 por ciento), una cantidad que apenas aliviará las estresantes cuentas del Estado. Sólo 10 millones de euros irán al erario público, que sí se desprende de la deuda.
La economía lusa crece lentamente, mientras que las cifras de paro siguen estancadas y los casos de corrupción empapan la actualidad política y económica. Crónica de 24 meses fuera del control directo del Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Europea.
Mª Ángeles Fernández y J. Marcos
La postura que ha tomado el nuevo Gobierno griego frente a la Unión Europea y el Banco Central Europeo ha despertado alarmas como la del Ejecutivo alemán, pero también esperanza en otros puntos de la Unión. Portugal, gobernado por la coalición conservadora PSD-CDS, tampoco quita el ojo a las negociaciones de Alexis Tsipras y Yanis Varufakis, primer ministro y ministro de Finanzas heleno, respectivamente. La lectura de esa observación no tiene un único signo.
«Éste es un Presupuesto serio, que asegura la continuidad de los ajustes». La ministra portuguesa de Finanzas, María Luisa de Albuquerque, ha confirmado que la austeridad continuará en Portugal, a pesar de la salida de la troika hace unos meses. Y ya van seis años. En realidad, durante la presentación de los presupuestos del Estado para 2015 se han anunciado pocas nuevas medidas de austeridad, pero se mantienen las que llevan tiempo en vigor.
Los ejecutivos de la troika siguen con medio pie en Portugal. A finales de este mes, acudirán a la capital lusa a controlar in situ los avances económicos, en lo que será la primera visita tras el fin del rescate. Lo harán después de que el Gobierno conservador entregue a la Asamblea de la República los presupuestos del Estado para el ejercicio 2015, previsto para el día 15 de octubre.
El presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha declarado en Lisboa estar a favor de que las reglas presupuestarias europeas tengan en cuenta las circunstancias de cada país. Para el político alemán es «importante diferenciar de país a país» sobre cómo ajustar los gastos estatales, aunque matizó que es una cuestión extremadamente compleja en la que no quiso profundizar.