La evasión fiscal de las empresas transnacionales es un tema apremiante para la financiación del desarrollo posterior a 2015, ya que los fondos públicos son de vital importancia para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en los países pobres. Las finanzas públicas nacionales son un elemento clave, según se desprende de un proyecto de agenda que ha circulado en los últimos días sobre la Tercera Conferencia de Financiación para el Desarrollo en Addis Abeba.
El fraude fiscal cuesta cada año a España unos 59.000 millones de euros, el 72 por ciento de los cuales pertenece a grandes empresas y grandes fortunas. La cifra la ha revelado la oenegé Intermón Oxfam que acaba de lanzar una campaña para acabar con la evasión y la elusión fiscal de las multinacionales. Para ofrecer referencias, la cantidad que alcanza el fraude fiscal en el país es mayor que todo el presupuesto de Sanidad en un año (57.000 millones).
106.000 clientes de 203 países y más de 180.000 millones de euros en cuentas opacas salen finalmente a la luz pública. Durante años, banqueros, traficantes de armas, dictadores del tercer mundo, deportistas, políticos, celebridades o traficantes con diamantes de sangre han compartido la caja fuerte del HSBC. Un dinero que ha servido en muchas ocasiones para hacer negocios sucios y empobrecer a países y personas.
Los propietarios finales de las empresas estarán obligados a inscribirse en un registro central que aglutine a todos los países de la UE, deberá ser accesible a las personas con un «interés legítimo», tales como periodistas de investigación y otros ciudadanos interesados. El acuerdo, al que han llegado el Parlamento Europeo y el Consejo, se incluirá dentro de una nueva directiva sobre blanqueo de capitales.
No han pasado ni 24 horas desde que el Ejecutivo comunitario anunciara que entre las próximas normativas que presentarán en 2015 estará la lucha contra la evasión fiscal. Por el momento, en el marco de las investigaciones sobre 'tax rulings' la Comisión Europea ha decidido pedir a todos los Estados miembros que le envíen información sobre sus regímenes fiscales.
Nuevas revelaciones han salido hoy a la luz del denominado Luxleaks, el escándalo que ha salpicado al Gran Ducado de Luxemburgo en que numerosas compañías se beneficiaron del laxo régimen fiscal luxemburgués. Según las nuevas informaciones, empresas como Disney y Skype también se acogieron a las normas fiscales del país.
Sin sorpresas. La moción de censura contra Juncker liderada por los eurófobos del británico Nigel Farage y el italiano Beppe Grillo, junto con la extrema derecha de Marine LePen, no ha salido adelante. Con 101 votos a favor y 461 en contra, el Ejecutivo comunitario mantiene el apoyo de la gran mayoría de la Eurocámara.