La evasión fiscal y el secreto que rodea a algunas prácticas financieras, descubiertas por los papeles de Panamá, tienen un coste humano enorme en los países en desarrollo y amenazan la reaización de los ambiciosos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Writing from Italy it was interesting to hear Premier Matteo Renzi claiming that Italy is changing, while at the same time well-known writer Corrado Augias describes it as 'Guasto' (a broken state)
Pocos países no se han visto salpicados por los documentos filtrados y divulgados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. Los llamados papeles de Panamá revelaron que hay unos 12 jefes de Estado, algunos en funciones y otros no, entre los 143 dirigentes políticos, familiares y allegados que utilizaron paraísos fiscales de forma secreta.
Por tamaño es muy probable que los papeles de Panamá sea la mayor filtración de información de la historia - más de 11,5 millones de documentos –. Por contenido es probable también que sea la más escandalosa.
El papa Francisco ofreció dos mensajes muy fuertes en su discurso ante el Congreso legislativo de Estados Unidos el jueves 24: trabajemos juntos y protejamos a los más vulnerables. Palabras relativamente poco controvertidas. Ambos mensajes recibieron ovaciones de pie de los miembros de los dos partidos, el tipo de ovaciones que rara vez se le ofrece a los presidentes de Estados Unidos en sus discursos sobre el estado de la unión cada año.
Ya está en marcha la última ronda de negociaciones por los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los sucesores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que la Asamblea General de la ONU adoptará en septiembre. La ONU y muchos gobiernos miembros quieren concluir los debates antes de finales de este mes, para que no haya una discusión abierta durante la cumbre de los ODS. Pero todo indica que el ambiente reinante es de fuerte desconfianza.
Grecia se desespera intentando convencer a sus acreedores europeos para que aflojen sus exigencias y el país y sus ciudadanos puedan recuperarse y tengan acceso a servicios sociales mínimos. Mientras, una multinacional canadiense se está beneficiando de las normas fiscales holandesas para no pagar impuestos a Grecia. La cantidad que se ha perdido es de al menos 1.700 millones de euros.