La Comisión Europea y los países de la región del mar Báltico han firmado este lunes un Memorando de Entendimiento por el que se moderniza y refuerza el Plan de Interconexión del Mercado Báltico de la Energía (BEMIP). Al mismo tiempo, doce países europeos han firmado una declaración de cooperación regional para la seguridad del suministro eléctrico dentro del mercado interior europeo. A esto le ha seguido también la firma de una declaración política del Foro Pentalateral de la Energía.
Con el Nuevo Año el euro ha entrado en Lituania cuando se cumplía el 15 aniversario del lanzamiento de la moneda única en 1999. Unos 337 millones de europeos en 19 Estados miembros comparten ya la misma moneda. Este es un logro importante para Lituania y para toda la zona euro. Desde esta mañana, los lituanos han comenzado a retirar efectivo y a pagar sus compras en euros.
Los países bálticos están preocupados por la cada vez mayor actividad de aviones militares rusos en su espacio aéreo. Tras 50 años bajo ocupación soviética no se fían de las aspiraciones expansionistas rusas espoleadas por la ocupación en Ucrania. Según declaraciones de Denis Pushilin, portavoz delos separatistas prorrusos, «el ejército ha comenzado a retirar unidades de artillería con calibre mayor a 100 milímetros en el sur de Donetsk».
Este 23 de agosto se celebra el 25 aniversario de la cadena pacifista de los países bálticos, conocida como la vía báltica. Lituanos, estonios y letones compartieron un sueño, y con sus manos unieron Riga, Vilnius y Tallín para pedir la independencia pacífica de la URSS. Gorbachov, entonces presidente soviético, había apostado por una nueva política, «la perestroika» (la renovación del sistema comunista). La cadena humana báltica, fue un eslabón más en las reivindicaciones de los países del telón de acero. A partir de agosto el mundo viviría las «revoluciones del otoño europeo», que dieron pasó a la caída del muro de Berlín y al inicio del fin de la guerra fría.
Habrá fuegos artificiales y el azul de la Unión iluminarán los principales edificios de Riga para celebrar oficialmente la adopción de la moneda única por el país. Pero los ciudadanos no están tan seguros. Según las encuestas solo una quinta parte de los letones quieren el euro.