Son guardias civiles, pero en lugar de perseguir a los inmigrantes indocumentados como el resto de los policías en España, están para defenderlos de los muchos delitos de los que son víctimas. "Muchas veces vestimos de paisano y nos desplazamos por la provincia para recoger denuncias en cuarteles de la Guardia Civil, domicilios, hospitales y organizaciones no gubernamentales".