Tras circular en lo que llevamos de verano por los despachos de Bruselas y sin apenas eco informativo alguno, la cadena de televisión alemana ARD ha hecho público el borrador, por el momento el último, del acuerdo comercial que previsiblemente suscribirá Europa con Canadá antes de finales de año. Si su homólogo acuerdo TTIP, que también negocia Bruselas con Washington, ha generado gran revuelo por cláusulas abusivas en favor de las multinacionales; éste no parece ser menos. De nuevo, cual hermano pequeño que sigue los pasos del mayor, se vuelve a contemplar la presencia de los polémicos tribunales de arbitraje ISDS que podrían socavar la soberanía de los Estados Miembros.
Naciones Unidas (IPS) - La Organización de las Naciones Unidas (ONU) planteó la adopción de un código de conducta para las corporaciones multinacionales en los años 70 pero la idea nunca llegó a despegar debido a la oposición vigorosa del poderoso sector privado y los países industrializados. Ahora, la historia vuelve a repetirse.
La Comisión Europea investiga si los precios de transferencia (impuestos que pagan las empresas por transacciones entre filiales) por parte de Irlanda (Apple), Holanda (Starbucks) y Luxemburgo (Fiat) favorecieron especialmente a las multinacionales. Los países y las empresas lo niegan. El Embajador de Irlanda en Madrid ha dicho que su Gobierno no ha cometido ninguna infracción y que «defenderá esta postura con vigor».
Análisis de Peter Costantini
«¡Amplíeme el sueldo ya!», gritaba la multitud fuera de un McDonald's en una concurrida calle del centro de Seattle, una próspera ciudad del noroeste de Estados Unidos. Una joven madre les dijo a los manifestantes, en su mayoría jóvenes, que dejó el trabajo para unirse a la causa por el aumento del salario mínimo en este país porque «estamos cansados de que se abusen de nosotros». Su hija de cinco años de edad tomó el micrófono y con una gran sonrisa exclamó «¡ya no aguantamos más!»
Un grupo de inversiones multimillonario en Estados Unidos ha lanzado una campaña para exigir a grandes grupos económicos, como las tiendas Walmart, la aerolínea Delta y la red hotelera Hyatt que sus filiales en todo el mundo dejen de permitir el trabajo forzado y la trata de personas, entre otros abusos a los derechos humanos.