Este jueves se reúne el Eurogrupo y se debatirá el apoyo de los diferentes países al candidato del Partido Popular Europeo (PPE) que obtuvo mayoría en el Europarlamento, Jean-Claude Juncker. Italia y Francia han puesto sobre la mesa su postura: su voto a cambio de más flexibilidad y más tiempo para cumplir con los objetivos de déficit.
Italia ha votado, y lo ha hecho de una forma en la que no cabe ninguna duda. En el país de los gobiernos frágiles y las mayorías atrofiadas el Partido Demócrata (PD) ha tocado el corazón de los votantes hasta llegar al 41%. No hay duda de que este resultado se debe a Renzi, sobre todo si se tiene en cuenta que en 2009 el partido solo consiguió el 26% de los votos.
Comienza la clásica movida italiana, el caos habitual, el consabido todos contra todos sin tabúes. Entre la escenificación y las reformas del nuevo estilo de Renzi, las amenazas y consignas populistas de Beppe Grillo y el incombustible Berlusconi. A 20 días de las votaciones el resultado parece algo confuso aunque lo mejor es analizar las últimas encuestas.
Como el «cambio valiente» de un gobierno que «devuelve a los italianos el dinero que les corresponde» define el primer ministro italiano Matteo Renzi el decreto que acaba de aprobar su ejecutivo. Reducirá el impuesto sobre la renta a 10 millones de trabajadores que ganan un salario por debajo de los 25.000 euros al año, que verán aumentar su sueldo en unos 80 euros al mes.
Le Monde lo definió el «homme pressé», el hombre que tiene prisa. Matteo Renzi, se ha estrenado en Francia y Alemania como primer ministro italiano. El sábado visitó al presidente francés François Hollande y este lunes ha estado en Berlín con Angela Merkel. Finalmente, el jueves, irá a Bruselas para el Consejo Europeo, donde se entrevistará con el Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.
El primer ministro italiano, Matteo Renzi ha conseguido formar gobierno. Ha reunido a 16 ministros, con una media de edad de 48 años y paritario. Las carteras más importantes han recaído en el tecnócrata Pier Carlo Padoan (Finanzas), vicepresidente de la OCDE, ex asesor de Massimo d'Alema y Giuliano Amato. Angelino Alfano, continúa en interior y la ministra de exteriores será Federica Mogherini.
«La crisis, pues sí, es seria; pero no es grave». Mi amigo y colega Antonio Vellutto, me citó una vez esa sabia respuesta (creo que de Andreotti) a un periodista que le preguntaba si la crisis de gobierno era «grave». La política italiana siempre me produce una mezcla de fascinación, de proximidad personal, que tiene que ver con la historia del país latino-europeo de nuestros orígenes. También de repulsa por detalles que –tardíamente- se descubren sórdidos, pero que casi nunca proceden de la mediocridad intelectual. Ahí aparece Matteo Renzi.