El centroizquierda del primer ministro italiano Matteo Renzi, habría sido el partido más votado en cuatro de las siete regiones en las que se han celebrado elecciones locales este domingo. Una región quedaría en manos del partido de extrema derecha Liga Norte, mientras que los candidatos de centroderecha se habrían impuesto en otras dos.
Más de sesenta ciudades italianas han parado por las protestas de los ciudadanos contra los planes del primer ministro de cambiar la legislación laboral para facilitar los despidos cuando las empresas aleguen que pasan por malos momentos. La oposición contra la «ley del empleo» la encabezan sindicatos y miembros del partido de Renzi.
Italia responde a la canciller Angela Merkel, que este domingo le decía que haga más reformas para cumplir con el déficit, que haría mejor empleando su tiempo en resolver sus propios problemas económicos que recaen sobre todos los Estados miembros de la eurozona.
Angela Merkel mueve los hilos de Europa y coloca a sus «marionetas», vía urnas (es el caso de Juncker) o «por presión» (en el caso de Donald Tusk), en los cargos más importantes de la Unión Europea. En la Europa bipartidista, los socialistas se quedan con los otros dos cargos de poder: el Parlamento Europeo para Martin Schulz y la cartera de exteriores, para Federica Mogherini. Sin igualdad de género y sin igualdad geográfica. La pregunta es si se ha escogido a los más aptos para el cargo o se ha cumplido el expediente.
El cambio en las instituciones europeas va a marcar, sin duda, el semestre italiano de la presidencia europea, que como ocurrió con Grecia, tiene como reto superar la crisis económica que vive la zona euro. Pero además van a prestar especial atención a otra problemática acuciante, el grave problema humanitario que supone la llegada de decenas de miles de inmigrantes a las fronteras europeas.
Matteo Renzi, dice que no hay polémica entre Italia y Alemania pero que «Europa pertenece a los ciudadanos, no a los banqueros, ya sean italianos o alemanes». Así respondía al presidente del banco central alemán, Jens Weidmann, que había dicho el día anterior que Italia debe preocuparse por terminar las reformas estructurales antes de pedir mayor flexibilidad presupuestaria.
Matteo Renzi ha dejado admirados a los parlamentarios europeos. Si ayer el que arrasaba en el plenario y fuera de él era el joven líder español, Pablo Iglesias, hoy Renzi se ha 'ganado' a los eurodiputados, como hace un mes conquistó a los italianos en las elecciones europeas (obtuvo 40,8% de los votos). En Estrasburgo ha presentado las líneas políticas del semestre italiano, que va a ser muy presidencialista, dado que todas las instituciones europeas están en periodo de cambio. Renzi ha vuelto a ilusionar a la «vieja Europa».