«Una de las contradicciones fundamentales es que, mientras la premisa de la vida económica es el internacionalismo o mejor aun el cosmopolitismo, la vida estatal siempre ha estado orientada por el «nacionalismo» y por el «bastarse a sí misma». La frase pertenece a Antonio Gramsci (Cuaderno 17, 1933) y el escenario que se presentaba al autor era el de las grandes transformaciones que siguieron a la crisis de 1929-1930.